Wimbledon se 'sube al carro' del arbitraje electrónico, sembrando una lluvia de quejas por parte de los tenistas
Muchos tenistas han mostrado su descontento con el arbitraje electrónico durante el torneo

Logo de Wimbledon y Carlos Alcaraz durante un partido del torneo
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El torneo británico va llegando a su fin y con él, muchas dudas respecto al sistema de arbitraje electrónico que ha visto la luz por primera vez en el “torneo más elegante del mundo”. En la 138ª edición del torneo, se ha implementado el sistema Live ELC, un sistema que utiliza una tecnología que funciona gracias a la inteligencia artificial y que no termina de convencer a los tenistas.
Los tradicionales jueces de línea ya no tienen lugar en el Grand Slam británico: “La tecnología ha avanzado lo suficiente como para garantizar la máxima precisión en nuestro arbitraje, sin perder el respeto por la tradición que caracteriza a Wimbledon”, explicaba Sally Bolton, directora ejecutiva del All England Club.

wimbledon
Una tecnología que si que funciona
El Live Electronic Line Calling (Live ELC), es el sistema electrónico que está utilizando Wimbledon. Es una evolución del tradicional ojo de halcón que todos conocemos. La diferencia clave es que ahora funciona en tiempo real, utiliza una red de 10-12 cámaras con visión artificial que rastrea la pelota y emite automáticamente un "out" cuando sale fuera.
El margen de error del sistema es inferior a 3.6 milímetros. Uno de los factores que más desesperación provoca en los tenistas, es la imposibilidad de pedir el challenge clásico, lo cuál, si nos paramos a pensarlo carece de sentido.
Errores que hacen desconfiar a los tenistas
El incidente que más ha incendiado las redes, tuvo lugar durante el partido de cuartos de final entre la británica Sonay Kartal y la rusa Anastasia Pavlyuchenkoval. Con el marcador igualado 4-4, una pelota de Kartal salió claramente fuera, pero el sistema electrónico permaneció en silencio. El árbitro ordenó repetir el punto, provocando la frustración de Pavlyuchenkova: "Me habéis robado el juego", declaró la tenista.

jueces de línea
¿Qué sucedió realmente? Pues bien, lo que apuntaba a ser un problema electrónico, resultó ser un problema humano. Desgraciadamente, un trabajador pulsó accidentalmente un clic, desactivando parte de las cámaras. Ante la gravedad del error, la directora del torneo ha respondido con firmeza, modificando el software para imposibilitar que las cámaras puedan ser desactivadas durante los partidos. ”El sistema de seguimiento de la pelota ha funcionado de forma óptima y efectiva durante todo el torneo”, afirmaba con certeza Bolton.
Carlos Alcaraz, Emma Raducanu o Jack Draper, ya han mostrado su descontento con esta revolucionaria medida: “Sinceramente, no creo que sea 100% preciso”, declaró el tenista local tras su partido de segunda ronda.

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En el otro lado, tenemos a la número uno del tenis femenino, Aryna Sabalenka y a Taylor Fritz, número cinco de la ATP, dos pesos pesados del circuito. Ambos muestran su confianza en la tecnología, aunque también matizan el margen de mejora que el sistema tiene aún por delante.
“Creo que es más fácil. Lo que diga el sistema, es lo que es”
La tecnología es el presente y el futuro
Ya son tres de los cuatro Grand Slams, los que han implantado sistemas electrónicos en sustitución de los jueces de línea.
Desde 2021, el Australian Open y el US Open, introdujeron el sistema Hawk-Eye Live con el fin de evitar el error humano. Solo queda Roland Garros como superviviente del auge de esta tecnología que está arrasando en el tenis y que aún no termina de gustar a propios y extraños.