El coronavirus ha dado un giro completo a nuestras vidas, ha cambiado nuestros hábitos cotidianos y los seguirá cambiando hasta que haya una vacuna, pero por el momento avanzamos despacio con el objetivo de vivir en lo que han denominado “nueva normalidad”. De la misma forma que los establecimientos hosteleros como bares y restaurantes o las tiendas y los comercios, los vuelos también tendrán que adaptarse y cumplir con las medidas de seguridad planteadas por el Ministerio de Sanidad, para evitar aglomeraciones de pasajeros.

Los aviones son uno de los transportes aéreos más comunes en la actualidad, ya sea para el transporte de personas como de mercancias. Están constituídos por dos alas, un espacio de carga y motores que permiten dar impulso al avión para volar. Y aunque pueden clasificaser en diferentes tipos, todos están basados en el mismo funcionamiento: la fuerza aerodinámica.

Las dos alas de este medio de transporte son las que le brindan sustentación al avión. Debido al efecto aerodinámico, son capaces de generar la diferencia de presiones entre la cara superior (extradós) y la cara inferior (intradós). Por la parte superior de las alas existe una curvatura que hace que el aire que fluye por encima se acelere provocando a su vez la bajada de presión. Mientras que el aire que pasa por debajo de las alas, donde la curvatura es menor, mantiene la misma veolocidad y presión, aumentando la sustentación, que es la fuerza que contrarresta la acción de la gravedad.

En cuanto a las partes más importantes de las alas diferenciamos:

• Borde de ataque: se encarga de encarar el viento cuando el avión está volando, y su forma es redondeada.
• Borde de salida o de fuga: conforma la parte trasera del ala, por lo tanto es la última sección por la que pasa el aire, y su forma es delgada y aplanada.
• Comba: esta parte constituye la curvatura del ala, es la parte existente entre el borde de ataque y el borde de salida.