Pasó varios veranos, y algún invierno, entre Italia y Francia, en familias de acogida, dentro de los programas para niños de Chernobyl. Desde hace diez años Yaroslavna Matviichuk vive en Madrid, es abogada, está casada con un español, al que conoció en Kiev a través de unos amigos, y es madre de dos hijos. Su trabajo como abogada está relacionado con asuntos de extranjería. Y estos días, con la llegada de refugiados de Ucrania, tiene mucho trabajo. Está desbordada por las consultas.

“Vienen muy despistados”, cuenta Yaroslavna Matviichuk a COPE. “Salieron con lo puesto y no saben qué tienen que hacer”. Recibe a diario llamadas de ucranianos que están en Rumanía o Polonia y que, por familiares o amigos, quieren venir a España, quieren venir a Madrid. Y les asesora jurídicamente, tanto a los que llaman desde fuera de España como los que ya están aquí. Estos ucranianos pueden acudir al servicio de orientación jurídica del Colegio de Abogados y para ello han puesto un correo electrónico a su servicio (ayuda.ucrania@icam.madrid).

La consulta principal se refiere a los pasos a seguir para obtener el asilo, nos dice Yaroslavna, pero el Ministerio del Interior todavía no les ha dado la respuesta. El Gobierno ya ha anunciado la concesión de protección temporal, pero no han recibido, todavía, ninguna directriz. También son muchas las familias españolas que llaman porque quieren acoger a ucranianos, fundamentalmente niños o madres con niños. Los padres tuvieron que quedarse en Ucrania. Al haber un menor es más complicado, nos dice la letrada ucraniana, tienen que estar garantizados sus derechos. Es necesario un seguro médico y tienen que ir al colegio. Cuando vienen de acogida en verano es distinto porque hay una asociación que se encarga de ello. Y vienen de vacaciones. Ahora es un momento de éxodo por la invasión y por los ataques de Rusia.

Yara Lavna está muy activa estos días con sus compatriotas. Como lo están muchos españoles, que se han volcado para ayudar y apoyar a Ucrania. Muy activa, nos dice, en el envío de productos de primera necesidad desde el Ayuntamiento de Boadilla del Monte, en Madrid, pero lamenta no tener a su alcance chalecos y cascos para enviarlos a las tropas ucranianas. Se necesita material defensivo, apunta. Y pide al Gobierno de España que tenga en cuenta su súplica porque la situación es catastrófica. “Se podrán salvar muchas vidas”, señala.