Los test de antígenos tienen importantes ventajas sobre las pruebas PCR, son más fáciles de procesar, más baratos y sobre todo se obtiene el diagnostico en un tiempo récord que ronda los 20 minutos, pero el uso masivo que de ellos se está haciendo en algunas Comunidades Autónomas puede acarrear tantos o más problemas como los que tratan de resolver en forma de falsos negativos.

Y es que según explica a COPE Santiago Valor a diferencia de las PCR estos test solo detectan el virus cuando hay una cantidad suficiente y su uso está indicado para personas con síntomas y por ello emplearlos en carpas o en centros de salud para cribar al conjunto de la población mayoritariamente asintomática puede resultar contraproducente.

“Los positivos habrá algunos falsos pero, en general, lo serán y esto nos permitirá aislar a un grupo de personas que pueden contagiar a otras pero el problema grave es que se nos van a escapar positivos y les vamos a dar la sensación de seguridad de que son negativos” subraya Valor que es jefe médico en los laboratorios Synlab.

Y por ello “en la población general no se sabe que resultado van a dar y lo más probable es que se nos van a escapar muchos negativos, personas que pueden de resultas relajar las medidas de protección facilitando la transmisión del COVID-19 que es justo lo que se trata de evitar con el uso de los test de antígenos”.

Y es que el margen de error es amplio si la cantidad de virus en la muestra es escasa que solo es detectable con un PCR. En población general se detectan calcula que estas pruebas rápidas dan entre un 20 a 25 por ciento de positivos y 50 a 60 por ciento de negativos. Y es que según Valor “un porcentaje muy alto de los que dan negativo son positivos”.

Su utilización si está recomendada en hospitales comprobando eso sí con PCR's todos los negativos, pero al menos permitirá que los positivos vayan por el circuito de COVID y no contagien a otros pacientes.

La ventaja de su uso clínico es además de la rapidez, el precio ya que cuestan un tercio de la PCR mano de obra incluida y que pueden llevarse a cabo en cualquier instalación carpas incluidas con unas medidas de higiene, el personal adecuado y un sistema que recoja los resultados. La muestra de nariz o laringe debe procesarse de inmediato ya que dura un máximo de dos horas.