Unicef ha reclamado protección adecuada de los menores migrantes no acompañados que están llegando a la frontera sur española, destinando más recursos para su atención y mayor solidaridad entre las distintas comunidades autónomas.

Según ha alertado Sara Collantes, especialista en políticas de infancia y migraciones de esta ONG, los sistemas de acogida y protección de niños tutelados de los principales puntos de entrada del país están saturados.

"Esta situación, que han reconocido las propias autoridades, está afectando la calidad de la atención que reciben los niños migrantes no acompañados que llegan solos y son especialmente vulnerables", expone.

La especialista de infancia advierte que mantener "en lugares sobreocupados y los retrasos en el traslado de los niños a familias de acogida o recursos residenciales estables y más pequeños, tienen consecuencias negativas para los niños; pueden provocar incertidumbre, recurso a traficantes, captación por redes de trata, fugas, explotación o adopción de conductas de riesgo", entre otras situaciones observadas en otros países europeos.

El director de Unicef, Javier Martos, ha aseverado que "hay que ser extremadamente cuidadosos en la atención y protección de los niños migrantes no acompañados que están llegando a nuestras costas, que son niños antes que extranjeros".

"Han de existir mecanismos que permitan derivaciones ágiles y eficaces a recursos adecuados de otras comunidades autónomas, siempre y cuando se escuche antes a los niños", ha añadido.

Unicef señala que se desconoce el número total de menores que han llegado a España desde 2017 porque no se contabilizan correctamente todas las llegadas, pero destaca que los datos generales de las llegadas reflejan que están creciendo.

Entre 2015 a 2017, el número de niños extranjeros no acompañados tutelados ha aumentado un 62 por ciento. Hasta marzo de 2018, había 6.456 menores.

Unicef reclama la creación de una herramienta común de recogida de datos que permita conocer mensualmente el número, el perfil, el tipo de acogimiento y de recurso residencial en el que se encuentran los menores extranjeros no acompañados.

Además, pide apoyo político y técnico para hacer posible los traslados de estos niños entre comunidades autónomas y el fortalecimiento del sistema de protección, impulsando el acogimiento familiar, dotando de recursos humanos y materiales y garantizando la formación y especialización del personal implicado.