Caída del pelo, pérdida de apetito, contracturas musculares… son algunos de los síntomas que reconocemos y asociamos con el estrés. Pero ¿sabes que, también, los ojos y la vista pueden verse afectados por esa tensión?

Así nos lo dice el doctor Manuel Marcos, oftalmólogo de la Clínica Baviera de Valladolid que afirma en COPE que “el estrés afecta a muchas partes del cuerpo y en el ojo también puede tener algún tipo de alteración que se genera por esa especie de aumento de nervios”.

De tics a alteraciones en la presión intraocular: así se manifiesta el estrés en nuestros ojos y vista

Las manifestaciones más frecuentes son “la aparición de una sensación como tics en el párpado, lo que llamamos fasciculaciones, temblores o tics. Nosotros notamos que el párpado nos tiembla pero quien está frente a nosotros no” siendo algo muy “típico de ese incremento de nervios que tenemos en algún momento de la vida”, nos cuenta el oftalmólogo.

Pero, también, hay que tener en cuenta otra serie de síntomas que aparecen cuando “muchas veces estamos estresados” y que son, como nos detalla el doctor Marcos “a veces tenemos alteraciones de visión, del patrón de visión. A veces no enfocamos como tenemos que enfocar y de repente notamos que no somos capaces de poder focalizar la visión en cerca, o poder focalizar bien la visión en lejos. Otras veces, podemos tener algunas alteraciones visuales que terminan doliendo la cabeza, el típico ataque de migraña”.

Estos son los síntomas más frecuentes que el estrés puede provocar en nuestros ojos y nuestra visión, pero el oftalmólogo nos avisa de que “si el estrés es prolongado, crónico, pueden darse problemas más graves”. Si se da esta situación, nos explica Marcos que “pueden aparecer, incluso, patologías a nivel de la retina, a nivel de la mácula (maculopatía serosa central), que el paciente nota como una disminución de visión que dura cierto tiempo. E incluso, alteraciones en la presión intraocular”.

Qué debemos hacer

Una vez que ya conocemos la sintomatología y lo que el estrés es capaz de provocarnos, hemos de saber qué es lo que debemos hacer cuando notemos algunos de estas señales: “primero, prevención; y segundo, tratamiento”, es lo que nos dice el oftalmólogo.

A la hora de indicarnos los pasos a seguir, distingue el doctor Marcos entre “situaciones focales” y el "estrés más crónico”. Así, si nos encontramos en la primera, debemos llevar a cabo las conocidas como “medidas de higiene al estrés” que son:

• Bajar un poco el régimen de vida, si se puede.
• Evitar dormir mal.
• Evitar el consumo de sustancias estimulantes como puede ser el café o las que llevan taurina.
• Intentar dar reposo, descanso, entre las actividades.
• Realizar actividades deportivas, que siempre nos viene bien para fortalecer la vista lejana.

Si, por el contrario, nos encontramos con una situación de estrés más crónico y “aparecen esas patologías más severas”, la recomendación del médico es que “tenemos que pedir ayuda más especializada, de psicólogo o psiquiatra; e incluso, acudir al oftalmólogo para ver qué pasa con eso síntomas visuales”.

Tranquiliza el oftalmólogo cuando habla de las patologías más graves como la central serosa “que generalmente aparece en los pacientes de que están siempre muy estresados” y asegura que se recupera “cuando el paciente aparte de tener un tratamiento oftalmológico cuando ese paciente empieza con algún tipo de fármacos ansiolíticos, de fármacos que le ayuden a disminuir nivel de estrés; normalmente, el cuadro te mejora completamente o se reduce muchísimo”.

Así debemos cuidar nuestros ojos

Lo que está claro es que tengamos estrés o no, al igual que hacemos con el resto del cuerpo, debemos cuidar nuestros ojos y nuestra visión cada día. Una serie de rutinas que deberíamos llevar a cabo para que, como dice, el doctor Marcos “el ojo funcione en condiciones de normalidad”.

Y estos son los consejos que nos da el oftalmólogo:

• Hacer dieta normal, no hacer trasgresiones dietéticas, puesto que la vista necesita sus vitaminas, sus antioxidantes…
• La vista necesita visión lejana no solo visión cercana a la que estamos acostumbradísimos con el uso de los móviles, tablets… Hay que dar reposo mirando lejano.
• Hay que hidratar el ojo y para ello podemos usar lágrimas artificiales si hiciera falta.
• Hace ejercicio de reposo de parpadeo.