Sanidad ha notificado más de 260.000 casos confirmados por PCR y cerca de 30.000 fallecidos desde el comienzo de la pandemia. Una aproximación a la realidad que seguimos viviendo desde que la COVID-19 irrumpió en nuestras vidas.

España intenta contener los brotes que ya se están extendiendo por todo el país. Los focos activos en nuestro país superan los 150 y preocupa especialmente la situación en Cataluña por el incipiente número de positivos. Aragón es la segunda comunidad con más casos tras Cataluña y preocupa especialmente la ciudad de Zaragoza y sus alrededores. Una zona que permanece en la fase 2 flexibilizada dado el incremento de las transmisiones comunitarias.

Por tanto, dado el incremento en el número de contagios es necesario preguntarnos si volveremos de nuevo a aquellos tiempos en los que el país se encontraba confinado y en circunstancias cuanto menos preocupantes. Tras la aparente alegría que vivíamos por la vuelta a una ‘nueva normalidad’ es necesario plantearse como sobrevivir al coronavirus mientras llega la ansiada vacuna o tratamiento. Vicente Soriano pertenece a la Facultad de Ciencias de la Salud y Centro Médico de la UNIR y ha dado alguna de estas claves.

Reforzar el sistema sanitario y proteger a las personas más expuestas son algunas de las medidas

Una de las medidas ‘estrella’ sería reforzar, por ejemplo, el sistema sanitario para evitar posibles carencias frente a un empeoramiento de la situación en agosto. La atención médica en casa o la llamada ‘telemedicina’ se presentan como alternativas atractivas para evitar las largas colas en Urgencias ante casos más graves.

A pesar de no contar (todavía) con un tratamiento específico contra el coronavirus, está demostrado que el uso de corticoides, remdesivir y inmunomoduladores ayudan a combatir la enfermedad. Por ello, sería necesario también potenciar programas de formación a los facultativos para dar con un tratamiento provisional que fuese efectivo frente al virus.

Es fundamental también proteger a aquellas personas que están más expuestas como otras de las claves para convivir con el virus hasta que aparezca una vacuna. Por ejemplo, al personal sanitario, a la Policía, militares, personal de limpieza y todas aquellas personas que tengan un trato directo con el público. A todo este colectivo se le debería dotar del material necesario para que estén debidamente protegidos.

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También debemos prestarle especial atención a los colectivos más vulnerables, aquellas personas que sufrirían de manera más grave el virus: personas con patologías previas, ancianos… para que la curva del incremento del número de fallecidos por COVID-19 se vea reducida. La responsabilidad individual, un factor importante a tener en cuenta. Seguir siempre las recomendaciones de las autoridades sanitarias para combatir de primera mano el virus. Te recordamos las dos principales bazas que más sufre este COVID: el lavado frecuente de manos y la mascarilla.

Por último, la investigación y disponer de pruebas rápidas para diagnosticar con celeridad el virus nos harán más llevadera la espera para esa vacuna que nos devolverá a nuestra vida tal y como la conocíamos.