El precio de inventar en España: miles de euros y muchos años
España es el país europeo con el mayor crecimiento de patentes registradas en la última década

¿Cuánto cuesta inventar en España? Lo cuenta Sefi García, redactora de Sociedad de COPE, en 'Mediodía COPE'
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España es el país europeo con el mayor crecimiento de patentes registradas en la última década: un 44% . Estamos en el puesto decimoquinto del mundo y en el octavo a nivel europeo. La mayoría de esos inventos parten de investigaciones del Consejo Superior de investigaciones científicas, que gasta en patentes millón y medio de euros al año y recauda de ellas tres millones. Las investigaciones tardan años en estar listas para ser patentadas.
A nuestro país, le queda mucho margen de mejora, más en el sector privado, pero los investigadores españoles tiene en el mercado un buen número para mejorar nuestra vida.
Por quinto año consecutivo, el CSIC es el organismo español que más patentes ha registrado con un total de 68. La tecnología de más de la mitad de esas patentes se licencian a empresas que las convierten en productos. Esas empresas dan regalías al organismo público para que siga investigando.
En total, España registró el año pasado cerca de 2.200 patentes, un 3% más que el año anterior. España ocupa el puesto 15 en el Índice de Patentes 2024 publicado por la Oficina Europea de Patentes (OEP). Por delante de España en solicitud de patentes europeas se encuentran Estados Unidos, Alemania, Japón, China, Corea del Sur, Francia, Suiza, Países Bajos, Reino Unido, Suecia, Italia, Bélgica, Dinamarca y Finlandia. De esta manera, España es el octavo país de la UE en solicitud de patentes europeas.
Pese a la mejora nos queda mucho camino por recorrer. “Hay que poner los datos en contexto-explica Javier Maira, de la vicepresidencia adjunta de transferencia del conocimiento del CSIC- se está dando un impulso a la innovación en España, y aunque es el país europeo que más crece en número de patentes, pero también es verdad que estamos lejos de países de nuestro entorno, como Italia que presenta el doble de patentes. Hay que seguir trabajando y seguir apostando por la innovación”.
Estamos bien situados “a nivel de innovación pública-según Maira-comparados con otros países europeos. Quizá en innovación privada pues nos falta todavía, porque en el listado de patentes europeas el que más solicita es el CSIC, en otros países de nuestro entorno no es un centro público de investigación, es la empresa privada”.
Patinamos además en temas relacionados con TICs, en tecnologías cuánticas y en inteligencia artificial. Vamos muy bien en biociencias, en especial en el sector farmacéutico, en alimentario y en materiales “no vamos mal”.
MILES DE EUROS PARA PATENTAR
Registrar una patente es un camino caro y largo. Nos cuenta Maira que el registro en España cuesta “unos mil euros y la protege solo durante un año y el derecho de extenderla a otros países. El siguiente paso, para mantener los derechos de explotación a otros países por la vía PCT, el tratado de cooperación de patentes firmado por 180 países, cuesta entre 3.000 y 4.000 euros, y eso protege año y medio más. En total dos años y medio.”. El siguiente paso es “defender la patente en cada una de las oficinas de patentes, y eso te cuesta miles de euros, depende de las traducciones, por ejemplo en Japón cuesta 7.000 euros, en Europa unos 4.000, en Estados Unidos 3.500”. Llegados a este punto, a la llamada entrada en fases nacionales, las del Centro Superior de Investigaciones Científicas “financiamos la patente prioritaria en España la PCT también y ya en fases nacionales es la empresa que se hace con la licencia, la que la va a explotar la que elige los países en función de su criterio comercial y paga esa patente”. La administración tiene una línea de ayudas destinadas a PYMES.
El CSIC gasta en patentes un millón y medio de euros al año, y recauda en regalías tres millones.
Desde que la tecnología sale del laboratorio hasta que llega a nuestra v ida, pasan años. Los que más, los fármacos “unos diez años”, lo que menos, algunos materiales “entres dos y tres años”.
José Fernández, profesor de Investigación del Instituto de Cerámica y Vídrio perteneciente al CSIC, que ha registrado 5 familias de patentes de un nuevo marcado de seguridad para documentos. Han pasado 15 años desde que esta innovadora tecnología sin tierras raras, esos escasos minerales porque ahora se pelea el mundo entero, salió de su laboratorio.
EVITAR LA FALSIFICACIÓN SIN TIERRA RARAS
Hace 15 años la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre le planteó un reto: conseguir un marcado de seguridad, el indicativo de que un documento es auténtico, sin utilizar tierras raras, esos elementos químicos escasos en nuestro planeta.
“Los billetes de banco, los DNI, los pasaportes, los billetes de lotería...todos esos documentos-nos recuerda el catedrático- están protegidos. Nos surgió la oportunidad de desarrollar una tecnología propia con el condicionante de que no llevara tierras raras, de que no fuera tóxico ni cancerígeno, con un elemento común, que no sea fácil de reproducir y que fuese blanco para introducirlo fácilmente en el documento”.
UNA LLAVE OPTICA Y UNA APLICACION PARA MOVIL
Con ese reto sobre la mesa. El equipo que lidera José Fernández consiguió desarrollar “un material, en forma de micropartículas que a su vez tienen componentes internos que consiste básicamente de un mineral, algo que es inalterable, que se irradia con un láser y la respuesta que recibe es la de una llave óptica (algo similar a los mandos a distancia). Otra de las características interesantes es que con la misma composición de esa partícula, si modificamos algunos elementos, modificamos la llave óptica. Eso hace que sea muy difícil de reproducir si no se tiene la tecnología”.
Una vez conseguido esto, buscaron una forma sencilla de leer esa llave óptica...y dieron con una clave sencilla: una aplicación en un teléfono móvil, “por supuesto no es un teléfono móvil de los que compramos habitualmente, es un poco más caro, porque son los primeros prototipos, pero se han hecho pruebas y podemos discriminar con una fiabilidad del 100% los productos que tienen nuestra tecnología frente a los productos que no la tienen”.
Es un complemento indispensable, porque ese marcado de seguridad habrá que leerlo en nuestro país, pero también por ejemplo, en el aeropuerto de Miami”.
GARANTIZAR COMPRAS Y MATERIALES
El año que viene empezará a aplicarse esta tecnología a los décimos de lotería, a los pasaportes, a los títulos universitarios, a los precintos de seguridad.. Pero la tecnología que han desarrollado “tiene capacidad de impactar no solo en moneda, también en otros productos, por ejemplo los de farmacia, que compramos mucho por internet sin garantías. Se le puede incorporar esta tecnología, un marcador, y la tecnología está habilitada para poder llevarla en un móvil, podríamos garantizar que hay una serie de productos que son los que compramos”.
Recuerda el investigador el terrible incendio del edificio del Campanar en Valencia donde murieron 10 personas. El material con el que estaba revestido se suponía que apagaba las llamas y por el contrario las alentó. Otra de las aplicaciones que tiene esta tecnología marca España es la de poder certificar los materiales y por ahí va Europa. “Hay una idea de la Unión Europea de que todos los materiales y todos los elementos tengan su pasaporte, para que tengamos capacidad de saber de donde vienen los productos y si cumplen las especificaciones. Las llaves ópticas te permite determinar a través de la tecnología que es el producto, de donde viene cuando y quién lo ha fabricado y qué aspectos tiene que cumplir”. Un paso importante para evitar pirateos y mejorar la vida de la gente.
Su aplicación a los billetes bancarios será más lenta. “Tardará años, hay que ser realistas-nos dice el catedrático de ingeriría de materiales-porque depende del banco central europeo. Estamos en el camino, pero nos costará llegar ahí”.
AZULEJOS Y PINTURA CONTRA EL CALOR
José Fernández tiene 20 productos licenciados en empresas, dos de ellos buscan el confort en nuestros hogares y en empresas reduciendo la temperatura en su interior.
“Hay un principio físico que dice que el calor se transmite a través de un material a través de la vibraciones de la red, de las vibraciones de la estructura. En onces pensamos que si incorporamos elementos que consigan obstaculizar ese movimiento de vibraciones a través del material, conseguiríamos reducir la capacidad de producir calor. Combinamos un material que refleja la radiación para que no entre dentro del material y retrasamos la velocidad a la que se transmite y así obtuvimos un buen aislante”.
Y lo aplicaron a azulejos que “cuando los incorporas a la fachada de tu casa, te puede disminuir el consumo energético en verano, la climatización, entre un 15 y un 20%, simplemente por tener ese producto”.
De la misma forma lo han hecho con pintura blanca. “Hay un ensayo en una nave industrial en la zona de Castellón a la que se ha pintado el techo y en verano no necesitan aire acondicionado. Cuando empieza la primavera en la zona de Levante, las naves por el efecto de acumulación de calor del techo y la radiación de calor tienen que poner el aire acondicionado constantemente, y aplicando esta pintura en la superficie lo que impides es que se caliente la nave y que haya radiación hacia el interior y simplemente no tienes que utilizar la climatización”.