Àlex Gutiérrez Paéz

Conflictos derivados de la diversidad cultural entre profesionales sanitarios y pacientes, las listas de espera, mala praxis y negligencia médicas o problemas entre profesionales y proveedores son algunos de los conflictos más habituales que llegan a los juzgados, pero que podrían solventarse con una buena mediación.

Para impulsar que estos y otros conflictos que se producen en el ámbito de la sanidad lleguen a los juzgados, la Sociedad Catalana de Mediación en Salud (SCMS) ha organizado, coincidiendo con la Semana Europea de la Mediación, el II Congreso de Mediación en Salud, que comenzará el próximo 25 de enero en formato virtual, con el objetivo de reincentivar la cooperación y la solución de conflictos en el ámbito de la salud.

Según ha explicado a Efe la presidenta del Congreso, Connie Capdevila, que es doctora en Psicología Clínica y mediadora familiar, antes de la pandemia, la entidad atendía una veintena de conflictos anuales de distintos centros sanitarios catalanes, una cifra que se ha visto reducida a la mitad con la llegada del coronavirus.

Pese a ello, en el último trimestre se ha recuperado la actividad del SCMS con un aumento del 40% de solicitudes de intervenciones.

El congreso abordará temas como los métodos de gestión de conflictos para fortalecer a los profesionales de la salud, y se estructura como una actividad continua, entre los meses de enero y febrero y constará de cinco sesiones virtuales.

El programa también cuenta con una reunión adicional en el mes de junio dedicada a las actividades que se han tenido que posponer por las restricciones de la covid-19.

Durante los dos últimos años de pandemia, las organizaciones y profesionales de la salud han tenido que confrontar los conflictos externos (entre profesionales sanitarios y usuarios, pacientes e incluso proveedores), y los conflictos internos (entre los mismos profesionales o entre estos y las organizaciones).

"Un conflicto recurrente es que, tras la aparición de un nuevo liderazgo, el equipo de profesionales se resista al cambio, y aquí es donde entraría la mediación para encontrar un consenso", ha puesto como ejemplo Connie Capdevila.

En los últimos años, según Capdevila, urge trabajar en la resolución de conflictos entre profesionales y usuarios, que se han incrementado durante la pandemia.

"Un ejemplo extremo de este tipo de gestiones sería una situación en la que a una persona le diagnostican un resfriado cuando realmente tiene el VIH, de modo que presenta una queja al hospital y provoca que haya un cambio en el protocolo", apunta la especialista en mediación.

Para poner fin a estos desencuentros, desde el ámbito sanitario destaca cada vez más la mediación, que consiste en un método extrajudicial alternativo de resolución de disputas y en el que dos o más partes en un litigio, de forma voluntaria, intentan llegar a un acuerdo ayuda de la figura del mediador.

"Mientras que en un juicio pueden pasar años hasta que se soluciona el problema, gracias a la mediación los conflictos se resuelven en cuestión de semanas", sostiene la doctora, que resume el concepto como "una vía más económica y alternativa a ir a los juzgados".

Sobre la mediación, Capdevila pone de ejemplo el caso de Suiza, donde en algunos cantones se ha regularizado esta práctica como herramienta para solventar problemas sanitarios.

"En Suiza tuvo mucho éxito tras un escándalo de corrupción que hubo en las residencias del país que comportó la elaboración de una ley de salud pública donde la mediación sirvió para la resolución de este tipo de conflictos", cuenta.

Aunque no existe un porcentaje que calcule los casos de éxito, la mediadora pone en valor que "en la mayoría de situaciones el simple hecho de que haya habido un proceso de mediación rebaja la hostilidad".

Esto, según Capdevila, es "imprescindible" en el ámbito sanitario, donde existe "un valor añadido por la carga emocional que supone que estén en juego las vidas de las personas", remarca.

De hecho, la experta en Psicología Clínica asevera que desde la pandemia han aumentado las demandas para gestionar conflictos por mediación porque "está siendo una época que tensa a muchos profesionales y esto provoca que aparezcan más problemas tanto en el ámbito laboral como en el de las relaciones sociales", indica.

Pese a que la mediación sigue siendo una herramienta poco implementada en Cataluña, existen casos como el de la Corporación Sanitaria del Maresme, que cuenta con una área de mediación interna propia.

Creada en 2012, la Sociedad Catalana de Mediación en Salud es una entidad sin ánimo de lucro que se formó para incorporar la mediación y otras técnicas de gestión del conflicto como un sistema alternativo de resolución de litigios y también como un valor del sistema de salud público y privado- catalán.