Desde que se decretó el estado de alarma para frenar el coronavirus, el teletrabajo se ha instalado en los hogares. Sin embargo, la excepcionalidad de la situación ha cogido a muchas empresas con el paso cambiado. Las dudas que genera una situación como esta son diversas, por ejemplo, cómo puede el empleador controlar el trabajo efectivo del empleado o qué ocurriría si este sufre un accidente en casa mientras se desarrolla la relación laboral.

Aunque la idea misma del trabajo a distancia no es nueva, siempre ha estado vinculada a la mayor autonomía por parte del empleado para ordenar el tiempo de trabajo, sobre todo para conciliar la vida laboral y la personal. Ahora, el COVID-19 ha vaciado las empresas de capital humano, transformando este escenario.

María José López Álvarez, profesora de Derecho Laboral en la Universidad Pontificia Comillas, explica a COPE.es que rige el deber empresarial de control de la jornada, así como los límites de jornada máxima y de los tiempos de descanso obligatorios de los trabajadores. "El teletrabajo es algo más que darle el ordenador al empleado y mandarlo a su casa", comenta.

Habida cuenta del desarrollo de distintas soluciones tecnológicas, la jurista dice que "no existe impedimento material para llevar a la práctica el control horario". El problema es que "esta situación se ha presentado de imprevisto y muchas empresas lo han improvisado".

No obstante, existen programas que controlan cuándo el trabajador enciende y apaga el equipo o sus interacciones a lo largo de la jornada. "Una empresa que ya tenía instalado el teletrabajo de manera regular tiene sistemas para hacerlo", explica, aunque recuerda que la razón de ser del teletrabajo es adaptar el horario a las necesidades del empleado, lo que sucedería en condiciones normales. López también dice que algunas empresas tienen sistemas que desconectan al trabajador del equipo cuando realiza el número de horas máximo.

ACCIDENTES LABORALES EN CASA

Sobre el derecho a la desconexión digital, o lo que es lo mismo, la posibilidad de los trabajadores de no contestar a las llamadas de sus jefes fuera de su jornada de trabajo o de no responder a sus correos electrónicos, mensajes o WhatsApps, la jurista incide en que "el derecho laboral tiene unos límites de 9 horas diarias con descansos mínimos entre jornadas que están operativos", aunque en casa se difumine la barrera entre el tiempo de trabajo y el de descanso.

Otra duda que surge es qué sucedería si el trabajador sufre un accidente en su casa mientras está trabajando. Y es que, con carácter general es deber del empresario asegurar la protección de los empleados, pero con el teletrabajo, ni el empleador ni los responsables de prevención de riesgos laborales pueden acceder libremente a su domicilio.

Por eso, la profesora dice que tendría que haber un protocolo que regulara la actividad preventiva. La dificultad para determinar que se trata de un accidente de trabajo está en probar la relación entre la acción que causa el daño o la omisión y el daño propiamente dicho, explica. Por eso, "el trabajador tendría que demostrar que el accidente se ha producido cuando estaba trabajando y tendría que haber una verificación previa de los riesgos laborales".