Las medusas son animales marinos que pertenecen a la familia de los celentéreos, los cuales tienen un cuerpo gelatinoso y forma de campana. Sin embargo, lo que más nos preocupa de las medusas son sus picaduras, que se transmiten a través de sus tentáculos. Estas aparecen de forma estacional. En el caso de las aguas españolas la época de máxima abundancia se sitúa entre el comienzo de la primavera y el final del verano.

Estos animales marinos se desplazan a través del impulso realizado por su cuerpo, aunque en su movilidad también influyen las corrientes. Asimismo, según el Ministerio para la Transición Ecológica, la presencia de las medusas en las playas depende de determinadas condiciones meteorológicas como las lluvias, vientos o corrientes marinas. Pero además están condicionados por:

La climatología: según aumenta la radiación solar, este fenómeno hace que el agua litoral sea más dulce que el de la costa, lo que desencadena que las medusas se aproximen en busca de agua salada.

La contaminación por hidrocarburos: se ha demostrado que en las zonas donde se han producido vertidos de petróleo, el número de medusas es mayor porque la degradación de los materiales generan una bacteria que sirve de alimento para las medusas.

La sobrepesca: tanto los peces como las medusas se alimentan de plancton. Por lo tanto, al disminuir el número de peces, hace que los competidores por el plancton se reduzcan, lo cual favorece el desarrollo de las poblaciones de medusas.

Los expertos destacan, por su parte, que lo normal es que las medusas se sitúen en alta mar. Sin embargo, puede ser que los bancos de medusas puedan ser movidos por las corrientes.

¿Con qué tipo de medusas tenemos que tener cuidado?

Existen dos tipos de medusas. En primer lugar, las denominadas medusas clavel, las cuales son más pequeñas y en caso de que nos piquen tienen una alta peligrosidad. En segundo lugar encontramos las medusas Rhizostoma Luteum, que tienen un mayor tamaño pero son menos peligrosas.

Normalmente, las picaduras de medusas se caracterizan por el enrojecimiento, picor y dolor de la zona.

¿Qué hacer en caso de que nos pique una medusa?

En primer lugar, se debe acudir al socorrista para avisar de la presencia de medusas en la playa. Además podrán brindarnos ayuda para que las molestias ocasionadas por la lesión disminuyan.

En segundo lugar, se debe lavar la zona con agua salada. Normalmente, suelen quedar restos de las células que tienen en los tentáculos. Estas no estallan en presencia de agua salada, pero si entran en contacto con agua dulce nos atraviesa la piel, por lo que las molestias aumentarán.

En caso de que haya restos de tentáculos, estos se deben retirar con pinzas. En ningún caso con la mano.

Se debe aplicar frío durante al menos 25 minutos, pero nunca se debe aplicar directamente sobre la piel. De hacerlo podríamos aumentar las irritaciones, por lo que se aconseja hacerlo envolviéndolo en ropa.

En caso de que persista el dolor se recomienda asistir a un centro médico. Por otro lado, en caso de que se sufra dificultad al respirar, lo primero que se debe hacer es ponerse en manos de un profesional.