España es un país desigual en términos de paridad hombre-mujer. Tanto en los salarios como en los puestos más altos de empresas e instituciones públicas. Es lo que se llama la brecha salarial y el techo de cristal, respectivamente. Y ambos aún son una tarea pendiente en nuestro país.

Casi 6.000 euros menos que los hombres

La última Encuesta Anual de Estructura Salarial del Instituto Nacional de Estadística (INE) arroja un dato que no deja lugar a dudas: las mujeres ganan 5.941 euros menos al año que los hombres: 20.051,68 euros ellas, por 25.992,76, ellos.

Ese mismo estudio -fechado en 2015- también dice que la desigualdad no solo se da en el salario medio, sino en toda la distribución de sueldos. Así, el 18,2% de las mujeres tuvo ingresos menores o iguales que el Salario Mínimo Interprofesional. Una cifra que se reduce hasta el 7,4% de los varones.

La brecha, según la mayoría de expertos, se debe al mayor número de excedencias y reducciones de jornada a las que se acogen las mujeres, sobre todo para cuidar de personas a su cargo. En este sentido, ellas dedican una media de 15 horas a la semana más que los hombres, por ejemplo, para hacerse responsable de los hijos.

En lo que respecta a los sectores económicos, no hay ninguno en el que las mujeres ganen más que los hombres. Estos son los ámbitos donde más y menos diferencia de sueldos hay, según el INE:

Mayor brecha salarial:

• Actividades financieras y de seguros: 11.077,88 euros
• Suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado: 10.350,68 euros
• Actividades profesionales científicas y técnicas: 9.605,70 euros

Menor brecha salarial:

• Transporte y almacenamiento: 2.457,71 euros
• Administración pública y defensa; Seguridad Social obligatoria: 2522,13 euros
• Educación: 2161,72 euros

Las disparidades también se dan en las pensiones, al ser las mujeres más vulnerables en periodos de desempleo. De media, los hombres cobran casi 1.300 euros, por 800 las mujeres. 

Techo de cristal:

Se llama techo de cristal a la existencia de barreras 'invisibles' para las mujeres a la hora de acceder a los puestos de mayor responsabilidad, tanto en las empresas privadas como en las instituciones públicas. 

En las primeras, el ejemplo más claro de que este techo de cristal es una realidad en España son las compañías del Íbex 35: solo hay un 22% de mujeres en sus consejos de administración. Son solo 107 mujeres por 369 hombres. De ellas, solo 7 ocupan cargos de mayor o máxima responsabilidad: es un 6,54%.

En las instituciones públicas, solo el Gobierno central de Pedro Sánchez tiene mayoría de mujeres. Son once ministras contra seis ministros, además del jefe del Ejecutivo. En el resto de poderes públicos, no hay paridad, si bien es cierto que el Congreso de los Diputados es una de las cámaras con mayor porcentaje -40%- de diputadas en Europa. En el Senado, las actas femeninas suponen el 36,8% del total. 

Aún mayor es el número relativo de mujeres en las cámaras regionales, un 45%, el tercer país europeo según datos de 2015. El número de alcaldesas supone el 17%.

En el poder judicial, datos de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa dicen que en España hay mayoría de mujeres. Sin embargo, la gran mayoría ocupan cargos en primera fase de la carrera (jueces, fiscales y abogados), mientras que son minoría en los puestos de fiscales de mayor responsabilidad y en su equivalente en el Tribunal Supremo: 24% y 13% respectivamente.

En el ámbito de la educación, las mujeres representan un porcentaje ligeramente inferior entre el profesorado contratado y titular (en torno al 40%), pero su peso desciende drásticamente en el cuerpo de catedráticos y rectores. Estas últimas son solo el 8% del total.