Dagmar, una paciente de 53 años del King's College Hospital de Londres, llevó a cabo una técnica muy llamativa, aunque común. La señora tocó el violín mientras le extirpaban un tumor del cerebro en el quirófano. Con este procedimiento, los cirujanos se aseguran de no dañar las áreas del cerebro del paciente que cumplen dos funciones: se encargan tanto del movimiento, como de la coordinación de las manos. 

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Dagmar Turner fue diagnosticada en 2013 con un gran glioma de grado (2) después de que sufriese una convulsión. La violinista, que toca en la Orquesta Sinfónica de la Isla de Wight y en varias sociedades corales, se sometió así a una biopsia y posteriormente a una radioterapia en el hospital. En otoño de 2019, el tumor había crecido y se había vuelto más agresivo. Así que, Dagmar decidió someterse a una cirugía para extirparlo, pensando en su hijo de 13 años.

La clave para comprender su historia es que el tumor estaba situado en el lóbulo frontal derecho de su cerebro, cerca de un área que controla el movimiento de su mano izquierda. Utilizar de forma precisa esta mano es esencial para tocar el violín, ya que son los dedos los que regulan la longitud de las cuerdas...produciendo diferentes tonos. El cirujano que iba a intervenirla, especialista en tumores cerebrales, es licenciado en música y entendió inmediatamente el deseo de Dagmar de poder seguir tocando su instrumento favorito. 

Por suerte la operación fue todo un éxito ya que lograron eliminar más del 90 por ciento del tumor,  lo que permitió que Dagmar conservase la función completa en su mano izquierda.

Tres días después de la intervención, Dagmar volvió a casa con su marido y su hijo.