El Ministerio de Igualdad y el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos (CGCOF) han puesto en marcha un nuevo protocolo para facilitar y guiar los pasos de estos profesionales ante cualquier forma de violencia de género y que insiste en que estas oficinas de farmacia son un lugar seguro para las víctimas.

El documento, consensuado entre la Delegación contra la Violencia de Género y el CGCOF, se enmarca en la colaboración desarrollada por ambas entidades y está recogido en el convenio que suscribieron el pasado mes de julio, informa el Ministerio de Igualdad en un comunicado.

Se trata de un protocolo de actuación con la información "necesaria y esencial" para que el farmacéutico pueda detectar y actuar ante un posible caso de violencia de género, tal y como indica el documento.

Así, pretende orientar al personal farmacéutico para que, ante una situación de violencia de género, facilite la información necesaria a las mujeres que acuden a una farmacia y requieran de atención integral.

Y subraya que se refiere a cualquier forma de violencia y malos tratos por razón de género, ejercida contra todas las mujeres, si bien las actuaciones propuestas "están más centradas" en la violencia ejercida por la pareja o expareja, "por ser las formas más comunes de su expresión".

El protocolo subraya que detectar un posible caso es "una tarea complicada, que requiere cierta sensibilización y formación específica", además, afectan factores sociales, "como son los mitos y estereotipos creados por la cultura o factores psicológicos", tales como enfrentar los miedos y el dolor emocional.

Diferencia los diferentes casos que pueden presentarse como mujeres con hijos que no quieren ser derivadas a recursos especializados; o que sí solicitan atención por la violencia sufrida; víctimas menores de edad; o mujeres que han sufrido maltrato en el pasado, manifiestan síntomas y piden ayuda para ella y sus hijos.

Asimismo, incluye los indicadores para la detección de las situaciones de violencia, tanto síntomas psicológicos como físicos, aspectos comportamentales (entre otros actuar de manera evasiva, presentar actitud temerosa o nerviosa o actitud defensiva) pero también recoge las actitudes del presunto maltratador.

En este sentido, el protocolo indica las decisiones y actuaciones a adoptar por los farmacéuticos como tratar de hacer ver a la mujer que la van a apoyar y ayudar, hacerla preguntas facilitadoras como "¿te veo preocupada, cómo van las cosas en casa?"; comprenderla y no juzgarla, no presionarla y escuchar sin interrumpir, entre otras indicaciones.

El documento recoge una guía de recursos disponibles de ámbito estatal para las víctimas de violencia, así como la normativa sobre violencia de género y un glosario de términos.

La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha subrayado que las oficinas de farmacia y todo su personal "son un servicio esencial y accesible para todas las mujeres, un lugar idóneo dónde pedir ayuda para obtener una información cualificada", según el comunicado de Igualdad.

Por su parte, el presidente del CGCOF, Jesús Aguilar, ha considerado que el farmacéutico es "un extraordinario sensor y recurso" desde el que impulsar acciones que faciliten a las víctimas a dar el paso de denunciar.

El comunicado se hace eco también de la campaña de las farmacias y la Delegación con el lema Estás en un lugar seguro: Ante una situación de violencia de género, te ayudamos para prevenir y sensibilizar en materia de violencia contra la mujer.

La iniciativa ha sido difundida y distribuida entre las farmacias de todo el país y cuenta con un póster con el lema y con los diferentes canales a los que acudir en caso de necesitar información o asistencia.