El cerebro de los recién nacidos no distingue completamente todos los sonidos vocálicos, según un estudio del Instituto de Neurociencias de la Universidad de Barcelona (UBNeuro) y del Instituto de Investigación Sant Joan de Déu (IRSJD).

Los investigadores, que han desarrollado una nueva metodología para registrar la codificación neuronal de estos sonidos, querían saber si los bebés nacen con capacidades innatas para percibir los sonidos del lenguaje o si necesitan que los procesos de codificación neuronal maduren tras nacer.

Para tratar de responder a esta cuestión sobre el desarrollo humano crearon una nueva metodología, que publica la revista 'Scientific Reports', y que ha ratificado que las habilidades de los recién nacidos para codificar neuronalmente el tono de la voz son comparables a las habilidades que ya exhiben los adultos tras varios años de exposición al lenguaje.

Sin embargo, han encontrado diferencias en cuanto a la percepción de la estructura espectrotemporal fina de los sonidos, es decir, en la capacidad de diferenciar entre sonidos vocálicos, como por ejemplo entre la 'o' y la 'a'.

Por tanto, según los autores, la codificación neuronal de estos sonidos no es todavía del todo madura al nacer, sino que requeriría cierta exposición al lenguaje, así como estimulación y tiempo para continuar desarrollándose.

Según los investigadores, conocer el desarrollo de estos procesos de codificación neuronal desde el nacimiento permitirá detectar "de manera precoz cualquier deficiencia y facilitará la intervención o estimulación tempranas que reduzcan al mínimo sus consecuencias negativas en el futuro", según el catedrático de Neurociencia Cognitiva de la UB, Carles Escera, que ha liderado el trabajo, junto con la jefa de Obstetricia y Ginecología del HSJD, M. Dolores Gómez.

Para poder discernir la respuesta neuronal a los estímulos del habla en los bebés, registraron a partir del electroencefalograma del bebé una respuesta cerebral específica: la respuesta de seguimiento de frecuencia (RSF o frequency-following response, FFR, en inglés).

El RSF aporta información sobre la codificación neuronal de dos características específicas del sonido: la frecuencia fundamental, responsable de la percepción del tono de voz (agudo o grave), y la estructura espectrotemporal fina.

La codificación precisa de las dos características es, según los autores, "fundamental para percibir el habla, requisito indispensable en la adquisición futura del lenguaje".

Hasta ahora, los instrumentos disponibles para estudiar esta codificación neuronal solo permitían determinar si el cerebro del recién nacido era capaz de codificar inflexiones en el tono de la voz, pero no en la estructura espectrotemporal fina del sonido.

"Las inflexiones de la voz son muy importantes, especialmente en lenguas tonales como el mandarín, y también para percibir la prosodia del habla que transmite el contenido emocional de lo que se dice. En cambio, la estructura espectrotemporal fina del sonido es el aspecto más relevante para adquirir el lenguaje en lenguas no tonales como la nuestra", según los neurocientíficos.

Para hacer el estudio analizaron las respuestas neurológicas de 34 bebés en sesiones de entre veinte y treinta minutos, a los que siguen haciendo seguimiento, que ahora tienen 21 meses.

"Dado que los dos primeros años de vida suponen un período crítico de estimulación para adquirir el lenguaje, esta evaluación nos permitirá tener una visión global sobre cómo estas habilidades de codificación maduran durante los primeros meses de vida", han detallado.