Estudian un nuevo método en la investigación forense: La geología podría servir para resolver crímenes
La técnica consiste en un análisis químico del suelo y polvo que se encuentran en lugares o artículos de los criminales. Se podrán comparar con los hallados en la escena del crimen

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Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los científicos han encontrado un nuevo método para investigar los movimientos de los delincuentes. Se trata de un análisis químico del suelo y polvo que se encuentran en los lugares o pertenencias de los criminales. Así, los policías forenses pueden comparar los restos de los artículos personales con los hallados en el suelo del crimen y podrán incriminarlos o retirarlos de la investigación. Esta nueva técnica de trabajo forense ha sido explicada en un estudio publicado en 'Journal of Forensic Science'. "Cuando las bases de datos de composición del suelo no existen o son inadecuadas, proponemos utilizar rásteres de atributos del suelo disponibles públicamente para reducir las áreas de búsqueda forense", explican los autores.
Las primeras pruebas que llevó a cabo el equipo fueron realizadas para comprobar si se podía delimitar un área geográfica de búsqueda concreta, tras haber analizado geoquímicamente unas muestras. "La geología forense se puede describir como el uso de métodos y materiales geológicos en el análisis de muestras y lugares que pueden estar relacionados con comportamientos delictivos o desastres", comentan en la publicación. En esta definición, los materiales geológicos se refieren al suelo, rocas y sedimentos. El trabajo de los forenses consiste en reducir al mínimo las posibilidades o los escenarios de un crimen, para poder resolverlo lo más rápido posible.
Un método que alcanza el 90% de eficacia
Los científicos decidieron probar su método, declaran que "tomamos un área de 260 kilómetros cuadrados al norte de Canberra y la dividimos en celdas de 1x1 kilómetros y tomamos muestras del suelo en cada de ellas. Luego nos dieron 3 muestras procedentes del área muestreada y nos pidieron que identificáramos las celdas específicas de la cuadrícula de las que procedían". Para los investigadores fue un "experimento ciego", ya que no supieron de dónde provenían las muestras hasta que el experimento finalizó. Lograron eliminar hasta un 60% los escenarios posibles con las muestras analizadas.
Además, demostraron que su método tiene un 90% de eficacia, pero que para lograrla, serían necesarios más recursos de los que se disponen actualmente por la imposibilidad de asumirlos. Esto prueba que sus sistemas funcionan correctamente para utilizarse como una herramienta en las investigaciones forenses. "Pero es la siguiente etapa la que es potencialmente más interesante. La mayoría de los países desarrollados tienen bases de datos de suelos que se utilizan para actividades como la exploración mineralógica o para la toma de decisiones en el empleo de la tierra", dicen. Lo que están tratando de hacer ahora los científicos es adaptar su método a la información obtenida de las bases de datos.
Con ello, podrán ver si son capaces de localizar las muestras directamente a través de las bases de datos, en vez de tener que recolectarlas para cada investigación. A diferencia de lo que se pueda creer, el análisis del suelo convencional ya se ha utilizado en otras ocasiones anteriores, los autores del estudio ponen como ejemplo Nueva Gales del Sur (Australia) cuando, considerando solo seis atributos del suelo, pudieron reducir el área de búsqueda a tan solo el 8,4% del área de investigación original. Por lo tanto, "en ausencia de levantamientos geoquímicos/del suelo con suficiente densidad y/o calidad, el método ofrece un enfoque alternativo transparente, reproducible y objetivo basado en los mejores datos, procesos y conocimientos científicos disponibles", recalcan.