Este es el motivo por el que encontramos tantas manchas negras por las aceras de las ciudades españolas
Muchas de nuestras calles presentan unas manchas negras que pueden estar ahí durante años, pero ¿Por qué?

Este es el motivo por el que encontramos tantas manchas negras por las aceras de las ciudades españolas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Cuando paseamos por la calle no prestamos demasiado atención al suelo, pero hay ciertos detalles que hemos visto tantas veces que ya se han convertido en algo habitual. Este es el caso de una manchas negras que suelen ser circulares y que aparecen en las aceras por las que caminamos. En algunas zonas hay tantas que muchas veces nos hemos preguntado que son realmente.
Pues no es más ni menos que chicles que se han caído o tirado al suelo. Sin embargo, no significa que no se hayan limpiado. Aunque se recojan y se lave la zona, siempre dejan marcas que son visibles y permanecen en el tiempo. Esto se debe a que la base de los chicles es resina que se extrae de un árbol llamado Zapote. Este liquido, concretamente la resina, es muy similar a los pegamentos líquidos o a la goma de pegar, por lo que es complicado extraer su rastro.
Un chicle masticado tarda unos cinco años en degradarse y, durante ese tiempo, como consecuencia de la acción del oxígeno, se transforma en un material muy duro que empieza a resquebrajarse hasta desaparecer. Sin embargo, este proceso dura cinco años, por lo que muchas veces las mencionadas manchas perduran durante este tiempo aunque el tamaño vaya disminuyendo.

Foco de bacterias
Además, es un producto que se convierte en un gran foco de gérmenes al calcularse que pueden contener hasta 50.000 bacterias. Es por esto por lo que también pueden ser un peligro para las mascotas. Siendo este otro motivo por el que dan una sensación de suciedad que desgrada a los vecinos.
Sin embargo, esto es algo que no solo se ve en España. En 2003, el parlamento de Reino Unido un comunicado con el objetivo de evitar la formación de estas manchas sobre las calles, dado que había presente un malestar por el estado de las aceras. De hecho, según este comunicado, en Londres, en Oxford Street, contaron unas 300.000 manchas de chicles.
Como consecuencia, tras este mensaje del Gobierno, el artista Ben Wilson decidió convertir estas manchas en arte y hacer sobre ellas pinturas. De esta forma, logró sustituir estas manchas negras que no gustaban en pequeñas obras de arte de colores, dado que usaba colores sobre cada uno de los chicles duros que se habían quedado pegados en el suelo. Ya fuese en la propia acera, escaleras o bordillos, daba un roque de color y los esmaltaba para asegurar su permanencia.
