Cuando atravesamos momentos de crisis o de subida de precios - como los que estamos viviendo – nuestra cesta de la compra suele sufrir un grave recorte. Uno de los problemas precisamente es que optamos por productos más baratos pero no tan sanos o con carencias en valores nutricionales. Y eso lo que hace es que comamos peor y esto repercutirá directamente sobre nuestra salud.

LO BARATO ACABA SIENDO CARO

Lo cierto es que comer sano es la mejor forma de apostar por nuestra salud. Pero ¿qué es exactamente comer sano? Mari Lourdes de Torres – enfermera, delegada de Nutrición del Consejo General de Enfermería de España y coordinadora de ADENYD - ha contado para COPE en qué consiste exactamete: “la forma idónea de alimentarnos es la dietamediterránea”.

LA MEJOR DIETA: LA DIETA MEDITERRÁNEA

Aunque pensemos que la dieta mediterránea es una forma de alimentación, va mas allá. Mari Lourdes de Torres así lo ha descrito para COPE: “la dieta mediterránea no solo es la forma de comer, es también la forma de vivir. Nuestros abuelos iban al huerto a por el tomate, y luego se reunían con toda la familia y hacían la ensalada de tomate. No es solo comer, es también participar”.

El encarecimiento de los precios ha hecho que reduzcamos el consumo o evitemos determinados alimentos. Pero precisamente por la gran variedad de productos que tiene nuestro país, podemos adaptar esta dieta a nuestro bolsillo. Quizás no todos los días podemos elegir un producto por su elevado coste, pero hay opciones diferentes que podemos adoptar. Por ejemplo, si la sandía se ha encarecido, existen otras opciones de frutas que nos van a aportar valores nutricionales similares y su coste no es tan elevado.

PRODUCTOS SANOS VS PRODUCTOS BARATOS

El problema precisamente radica en cuando las alternativas saludables más baratas no son nuestra opción, y elegimos productos que a la larga van a perjudicar nuestra salud. “Es más barato dar de merendar a un niño un vaso de leche con galletas que una pieza de fruta, pero al tener altos valores de azúcar, afectará a su salud directamente” confesaba Mari Lourdes de Torres a COPE.

Y es precisamente el problema de elegir estos productos, a la larga acaban siendo caros por los daños que nos pueden provocar en la salud. Es decir, lo barato acaba siendo caro.

Por lo que seguir la dieta mediterránea es apostar por una de las mejores opciones alimenticias: huevos, frutas, lacteos, verduras. Opciones diferentes que podemos ajustar a nuestro bolsillo y apostar así por nuestra salud.