“Es muy importante establecer una comunicación entre el colegio y la familia” nos dice Ana Jiménez Perianez, psicóloga infantil, médico y profesora del CEU. Desde el primer día “hay que realizar una psicoeducación sobre los miedos o preocupaciones que puedan tener los alumnos” y estar muy pendientes de las dificultades que pudieran surgir y de la correcta adaptación social, indica la doctora.

Las instrucciones deben ser claras, “ adaptadas a la edad, con pictogramas, dibujos o decálogos sencillos”. Desde el primer día, los centros tendrán que establecer rutinas diarias, “cuándo lavarse las manos, cómo deben entrar y salir del aulas" porque no solo se van a encontrar con la incomodidad de la mascarilla.

Será muy importante “homogeneizar y poner el nombre en las mascarillas para evitar los intercambios”. Por su puesto, hay que adaptar el aprendizaje y los juegos”. La parte más fácil “es que los niños ya han asumido el uso de la mascarilla en el día a día y de la misma manera que los maestros con repetición y esfuerzo consiguen que los niños no se levanten de su sitio, seguro que lograrán que lleven la mascarilla y que cumplan todas las medidas”.

Otro aspecto que destaca Ana Jiménez Perianez es que se eviten las posibles “estigmatizaciones”, sobre todo, en los niños más mayores”. La doctora está convencida de que los niños nos darán una lección, pero es fundamental que los centros tengan un protocolo claro que las familias deben conocer. Ana Jiménez asesora a maestros en esta materia.