CORONAVIRUS HOSPITALES CEUTA MELILLA / ESPECIAL (Previsión)
Ceuta y Melilla: el miedo al colapso hospitalario de dos ciudades aisladas
La situación geográfica de Ceuta y Melilla y sus limitados recursos para hacer frente al coronavirus son las principales preocupaciones en ambas ciudades, donde el aislamiento del exterior fue eficaz para contener la primera ola, pero ahora el contagio local está provocando un temor al colapso.,Con estas sensaciones se vive en el Hospital Universitario de Ceuta, un centro dependiente del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), organismo que ges
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Rafael Peña
La situación geográfica de Ceuta y Melilla y sus limitados recursos para hacer frente al coronavirus son las principales preocupaciones en ambas ciudades, donde el aislamiento del exterior fue eficaz para contener la primera ola, pero ahora el contagio local está provocando un temor al colapso.
Con estas sensaciones se vive en el Hospital Universitario de Ceuta, un centro dependiente del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), organismo que gestiona la sanidad en la ciudad al no tener transferidas estas competencias.
Inaugurado en febrero de 2010 con una inversión de 120 millones de euros, el único hospital público ceutí dispone de 252 camas para una población de 85.000 habitantes y una UCI dotada con siete camas, así como seis quirófanos y tres paritorios.
En Melilla, el Hospital Comarcal, también dependiente de Ingesa y el único existente, ha evidenciado en esta pandemia las históricas carencias sanitarias de la ciudad autónoma, que lleva esperando su futuro Hospital Universitario desde que lo anunció José Luis Rodríguez Zapatero en 2006 y cuyas obras empezaron hace justo 11 años.
Hasta que no finalice esta construcción, que estuvo paralizada más de cuatro años por cuestiones que terminaron en los tribunales, Melilla debe conformarse con su Hospital Comarcal, que tiene una capacidad de 179 camas y 14 de UCI, el menor número de todo el país.
La escasez de medios en Melilla quedó patente cuando, el pasado 2 de abril, atracaba en el puerto de la ciudad autónoma el buque Galicia de la Armada para dar apoyo sanitario, gracias a una UCI de ocho camas, dos ambulancias, un helicóptero medicalizado, dos quirófanos, una sala de triaje, laboratorio, rayos X y un gabinete odontológico.
Este dispositivo formaba parte de la Operación Balmis, desplegado por el Ministerio de Defensa en la primera fase de la pandemia en todo el país. El pasado 31 de octubre, el presidente de Melilla, Eduardo de Castro, pidió al ministro de Sanidad, Salvador Illa, su colaboración para que volviera el citado buque como refuerzo a la UCI del Hospital Comarcal por el grave impacto en la ciudad de la segunda ola.
PRIMERA Y SEGUNDA OLA EN LOS HOSPITALES
"El hospital no está ni colapsado ni fuera de control ya que hay un plan de contingencia de 8 niveles y actualmente estamos en el nivel 2", ha reflexionado a Efe el director del Ingesa en Ceuta, el médico Jesús Lopera.
Lopera ha reconocido que el hospital superó la primera ola con "relativa tranquilidad" ya que Ceuta llegó a finales de junio con 222 contagios, 14 personas hospitalizadas y 4 fallecidos, manteniéndose con cero casos activos durante más de 40 días durante el verano.
A ello contribuyó el cierre de las comunicaciones aéreas y marítimas con la península y el del paso fronterizo con Marruecos, al entender que el aislamiento era esencial para contener la propagación de un virus altamente contagioso.
Apenas se han reprogramado operaciones y visitas a los especialistas ya que la actividad se está manteniendo "con normalidad", según las autoridades sanitarias de la ciudad autónoma.
Pero la segunda ola está golpeando más duramente a la ciudad por la transmisión local, que ha obligado a triplicar la capacidad de las UCI, de 7 a 17 camas, así como a habilitar la denominada "planta covid" con 42 camas.
"Tenemos un hospital que nos permite la movilidad entre áreas y crear nuevos espacios y con esta organización interna hemos tenido más de 110 camas libres en la primera oleada y ahora tenemos el 50% de las camas libres", ha afirmado Lopera.
El Hospital Universitario de Ceuta tiene 36 personas hospitalizadas en la planta COVID, lo que supone un 17,73 por ciento de ocupación, y 7 personas en la UCI, el 41,18 por ciento.
Melilla, con casi 88.000 habitantes censados, ha sido una de las regiones más afectadas por la pandemia en las últimas semanas, especialmente a finales de octubre y principios de noviembre, cuando lideró, además, las tasas de ingresos media de España tanto en planta como en UCI, por encima del 30 % y el 71 %, respectivamente.
Actualmente, Melilla tiene 41 pacientes hospitalizados, lo que supone una tasa del 23 %, y de ellos hay 10 en UCI, es decir, una ocupación del 71,42 %.
El Ingesa está intentando ampliar la capacidad hospitalaria, una de ellas la instalación de tres camas UCI en la sala de culto, cuyas obras de adecuación aún no han acabado. Asismimo, ha habilitado 20 camas, ampliables a otras 20, en una de las alas de la Residencia de Mayores del Imserso para descargar al Hospital Comarcal.
También se ha potenciado el servicio de Urgencias empleando las aulas del Centro de Educación para Adultos 'Carmen Conde Abellán', situado justo al lado del Hospital Comarcal, para disponer de una zona de triaje y de clasificación por patologías, entre otras medidas.
EL AISLAMIENTO Y LA GESTIÓN DE LOS RECURSOS
Todos coinciden en la importancia del aislamiento exterior y la necesidad de cumplir con las normas sanitarias dentro de las ciudades autónomas para poder frenar la transmisión comunitaria.
La falta de recursos sanitarios es uno de los problemas para hacer frente a la expansión de esta segunda ola, y por ejemplo, en Ceuta, el número de personal de enfermería para atender a los colegios sigue siendo insuficiente a pesar de que, a través del Plan de Empleo, se han contratado a todas las enfermeras que estaban desempleadas, un total de 18, para los 32 colegios.
Por su parte, los sindicatos CCOO, CSIF, SATSE, SAE y Sindicato Médico de Ceuta (SMC) han iniciado una serie de concentraciones para exigir un aumento significativo de la inversión tanto en recursos humanos como en infraestructuras.
Según los sindicalistas, Ceuta precisaría de un incremento de la plantilla sanitaria en todas las categorías de entre el 30% y el 50% para equipararse al resto de comunidades autónomas. Es un problema "endémico", advierten.
El Colegio de Médicos de Ceuta, presidido por el doctor Enrique Roviralta, ha solicitado practicar test "con carácter masivo" a la población por entender que la detección precoz puede ser una baza decisiva a la hora de aislar a los pacientes y frenar el avance del virus.
Según la entidad local, en una ciudad con una densidad tan alta de población, "en la que estamos separados de la Península, y contamos con pocos sanitarios, es determinante salvaguardar la salud de los ceutíes y proteger a los escasos profesionales que tenemos para seguir luchando de forma efectiva contra el virus".
El portavoz de la Asociación Española de Medicina Preventiva y jefe de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de Ceuta, Julián Domínguez, ha dicho a Efe que sí se ha reducido las actividades programadas, sobre todo las no urgentes "ya que hemos demorado tumores benignos, pruebas o estudios".
"Los recursos los hemos empleado en evitar los brotes de COVID-19", ha dicho Domínguez, que sin embargo advierte de que ni la mortalidad ni la gravedad de los casos está siendo peor en Ceuta que en otras comunidades.
En su opinión, "si no hay ningún brote estamos llegando a la finalización de la curva epidémica y empezará a bajar".
Pero las quejas de los ceutíes son similares a las de otros españoles: los problemas que encuentran a la hora de acceder a una cita telefónica o ser atendidos por su médico de familia.
Asimismo, lamentan la falta de información que reciben cuando están confinados por haber estado en contacto con un positivo y la ausencia de pruebas PCR cuando terminan su aislamiento.