Buscar alternativas o tener un Plan B: claves para que no frustre la nota de la PAU
En colegios e institutos los orientadores empiezan bien pronto a testar a los alumnos y a ayudarles en esa búsqueda

Tener un Plan B por si no se consigue la nota necesaria en la PAU
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Los estudiantes murcianos que se presentaron a la selectividad serán los primeros en saber cómo le ha ido. Hoy, a partir de las 10 de la mañana, tendrán acceso a sus notas provisionales. Mañana saldrán las de Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha y Navarra y así sucesivamente hasta el 25 de junio que se publicarán para los catalanes. Habrá sorpresas y alguna frustración por no alcanzar la nota deseada. El curso pasado un tercio de los estudiantes no pudieron entrar en su primera opción, tras acomodar sus deseos a sus posibilidades.
Será día de llantos y angustias en muchos hogares y de grandes alegrías en otros. La PAU, las prueba de acceso a la universidad, cargada de polémicas y de comparaciones entre comunidades es como una ceremonia de transición a la vida adulta para miles de jóvenes que en función de la nota, podrán cumplir o no su objetivo vital, el que hoy piensan que puede ser su futuro laboral. Acompañarles en este camino no es fácil, aunque hay un trabajo previo hecho desde los centros educativos.
En colegios e institutos los orientadores empiezan bien pronto a testar a los alumnos y a ayudarles en esa búsqueda, porque desde primaria “ ya van soñando, van preparando su proyecto de vida, su proyecto profesional”, nos cuenta Ana Cobo, orientadora educativa en un centro educativo de Málaga.
LA BUSQUEDA DE LA VOCACIÓN Y LAS HABILIDADES
“Parece como que nosotros orientadores no vemos a los niños nunca y de pronto tienen que tomar la decisión de segundo bachillerato y ahora aparecen por aquí para que los orientemos y que va, es laborioso, a lo largo de los años. Y vamos a ver a cada uno de los niños, pues cuáles son sus fuertes, cuáles son sus debilidades, cuáles son las limitaciones”.
Es un trabajo constante y no siempre fácil “porque la vocación nace mucho antes de lo que nos creemos” asegura la orientadora “a mí cuando alguien me dicen, ya desde chiquititos, 'me gusta la informática', pues le pongo unos vídeos de cómo es el mundo de la informática y yo en ese momento les miro muchísimo a la cara, muchísimo, porque algunos cuando te mantienen la mirada puesta ahí y tú ves en los ojos esa emoción de que eso les está gustando, pues vamos que sabemos que ese es el camino, pero hay otros que tú le pones el vídeo y cuando quieres acordarte están mirando para otro lado, ya digo yo, este niño por aquí no quiere ir”.
Y van desde bien pequeños explicándoles la importancia de la nota. “ El otro día-nos cuenta la orientadora-tenía una niña, el primero de ESO, que quiere ser médico, es una niña con mucha capacidad, pero está sacando una media de 7, pues le tengo que decir que con un 7 en primero de eso no va a llegar a Medicina, porque en Medicina necesita sacar cerca de un 10 en Bachillerato, y en Bachillerato tú no empiezas a sacar 10, si no llevas toda la ESO sacando 10”.
EL PLAN B
Es otra de las tareas que hace el orientador. Buscar un Plan B “porque el plan A, a veces no sale, porque siempre hay contingencias, y si no entra en la carrera que quiere porque falta nota, pues hay que tener un plan B”.
Maripaz es una de sus alumnas. Acaba de hacer la PAU y ha optado también por presentarse a las pruebas de acceso de la Escuela Superior de Arte dramático “porque me gusta mucho también al historia del arte, entonces eché para hacer la prueba para estudiar arte dramático, porque siempre he querido ser actriz, pero por si no lo consigo, hice la selectividad con la intención de estudiar historia del arte”.
Nos cuenta Ana Cobos que hace unos días evaluó a “un niño brillante en matemáticas también de primero de la ESO que quiere ser policía, pues yo le digo mira, pues puedes estudiar matemáticas también, tiene muy buenas notas, es muy brillante, tiene buena capacidad, porque también se han hecho pruebas de capacidad intelectual, también se ha hecho un seguimiento todo el curso y ese niño está en condiciones de estudiar mucho, pues claro con matemáticas también puede hacerse policía. Es un niño que puede hacer matemáticas y puede tener abiertos más campos, quizá cuando pasen unos años que no quiere ser policía, es decir, es otra cosa que en el mundo de las CSTEL pues está muy bien pagada, muy bien reconocida”.
¿QUé PODEMOS HACER LOS PADRES CUANDO TODO FALLA?
Cuando la nota les cierra las puertas hacia su vocación porque el examen ha salido mal o porque ha subido la nota de corte, es muy importante el apoyo de la familia, lo que tenemos que decir y lo que tenemos que callar en un momento así. La psicóloga Ángela Magaz nos recomienda que en ningún caso, aunque estemos enfadados, recurramos a frases como “ya te había avisado, si te hubieras esforzado más, esto era lo esperado, no te dije nada, pero ya sabía que iba a pasar. Es decir, no decir nada que haga referencia al pasado y, por lo tanto, no hay solución, lo has hecho mal, es una crítica, una recriminación que no ayuda absolutamente en nada, aunque tenga mucho fundamento”.
Por el contrario, nos insta a trasladarles que “siempre hay diferentes caminos para llegar al mismo objetivo y los tiempos pueden ser distintos a los que en un primer momento pensamos. Es decir, no tienes la nota de acceso para un determinado estudio, para una determinada universidad, vamos a ver qué alternativas hay para conseguir esos estudios o para conseguir incluso esa universidad, depende dónde esté la prioridad. Lo más importante ayudarles y guiarles para saber cuál es el objetivo que tienen, qué fundamento tiene ese objetivo y, por lo tanto, cómo pueden llegar a conseguirlo”.
Debemos buscar información para orientar esa búsqueda, nos dice, si hay conocimiento por experiencia dentro de la familia o por personas que puedan ayudar, usarlos “hablar con otras personas que han tenido estas experiencias o que pueden saber del tema y si no es así plantearles buscar información para encontrar profesionales que te puedan orientar en este momento clave para tomar una decisión” y nunca decirles que algo tendrán que hacer aunque no sea lo que quieres “porque eso tampoco suele ser un buen inicio de lo que va a ser un curso académico o de trabajo en algunos casos”.
Ana Cobo ha visto auténticos dramas, de estudiantes brillantes a los que ha salido mal la prueba y se encuentran fuera de cualquier posibilidad de las que le atraían entonces les buscan alternativas como “orientarles a una FP de grado superior muy vinculada con el grado al que quieren optar, en otros casos les decimos que hagan una reclamación, en otros, que se examinen en la extraordinaria...pero cada caso es distinto”.
En definitiva, ayudar, animar y orientarles para que busquen alternativas, que no se acaba el mundo porque se falle en un examen.