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Bacterias: ¿bordeamos otra crisis sanitaria?

El estudio recientemente publicado en la revista The Lancet señala que 1 de cada 8 muertes registradas en el mundo se produjo por una infección resistente

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Sefi García
Redactora de sociedad y cultura

Tiempo de lectura: 4'Actualizado 11:41

Un tercio de la población no sabe lo que es la resistencia bacteriana y casi el mismo porcentaje cree que no es un problema grave de salud. Sin embargo diversos informes atribuyen a las bacterias resistentes un millón doscientas mil muertes directas en el año 2.019, y 5 millones más atribuibles. En España se calcula que cada año mueren 4000 personas debido a la resistencia a antibióticos. Los expertos calculan que en 2050 será la primera causa de muerte por enfermedad en el mundo. Ya hay infecciones comunitarias que no responden a los antibióticos orales, y requieren hospitalización para su tratamiento, con el peligro de generar un colapso sanitario como el de la pandemia... pero seguimos preguntando en redes sociales qué antibióticos se pueden adquirir sin receta.

Una deriva más que peligrosa

Miremos el informe que miremos todos ellos apuntan a un incremento que llegará a ser insostenible de la resistencia bacteriana a los antibióticos. El recientemente publicado en la revista The Lancet señala que 1 de cada 8 muertes registradas en el mundo se produjo por una infección resistente, de forma directa o indirecta. El último informe del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades señala que el impacto en la salud es comparable al de la gripe, la tuberculosis y el VIH/SIDA juntos.

En España, las cifras reflejan unas 4.000 muertes atribuibles a la resistencia al año y cerca de 4 millones de personas padecen infecciones graves por bacterias resistentes a los antibióticos. La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) estimó que antes de la pandemia, en 2.018, fallecieron más de 35.000 personas por infecciones por bacterias multirresistentes (BMR) en España, según recoge el Informe Hiris.

La buena noticia es que nuestro país redujo un 25,5% el uso de antibióticos entre 2.014 y 2.020 en humanos, y más del 62% en animales. En 2.021 se observó un pequeño repunte del 1,3% en humanos, según datos del Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos.

Seis de cada 10 españoles guardan los que le sobran para una emergencia

Inconsciencia, falta de tiempo, ausencia de pruebas microbiológicas

El informe del observatorio de Cofares sobre el uso y abuso de los antibióticos revela datos preocupantes: seis de cada 10 españoles guardan los que le sobran para una emergencia. Es el caso de Laura que nos cuenta como cuando se ha tomado antibióticos “los que me sobran los suelo guardar para tomármelos cuando me siento mal sin necesidad de ir al médico”. Esta tendencia solo se explica por el desconocimiento sobre lo que es la resistencia bacteriana (que confiesa un tercio de la población) sumado a la poca importancia que le dan (otro tercio así lo ve) y por la situación de la atención primaria. “El propio sistema hace que la población esté en alerta porque es posible que no tengan una atención sanitaria que responda cuando tienen una infección y se automedique”. Nos cuenta la doctora María del Mar Tomás, microbióloga en el Hospital de A Coruña e investigadora.

Pero hay más: el Colegio de farmacéuticos y el instituto #SaludsinBulos han analizado 45.000 conversaciones en redes sociales sobre antibióticos: el 65% se interesaban por los que no necesitan receta médica.

¿Se avecina otra crisis sanitaria?

Cinco bacterias están desestabilizando nuestra salud a nivel mundial. Matan, pero también colapsan los sistemas sanitarios. La doctora Tomás nos ha contado que ya hay bacterias comunitarias como el gonococo o la que produce algunas neumonías “para las que ya nos estamos quedando sin tratamiento oral y que es necesario acudir al hospital para recibir tratamientos intravenosos si quieren erradicar esta infección. Si esto persiste, podríamos tener otra crisis sanitaria importante semejante al covid”.

La doctora especializada en microbiólogía asegura que ya hay estudios preliminares que anuncian un aumento de la resistencia a los antibióticos debido a la pandemia, “Porque los servicios de microbiología han estado volcados con la covid y no se han detectado igual de bien estos patógenos, porque ha habido más ingresos hospitalarios y se han dado antibióticos de amplio espectro y porque ha habido sobreinfecciones por estas bacterias tras la covid”.

Por el momento, el mayor número de infecciones resistentes a antibióticos se producen en pacientes con comorbilidades, es decir con otras enfermedades. “Necesitamos detectar de forma rápida los patógenos responsables de las infecciones, porque en muchas ocasiones vienen por alteraciones de sus enfermedades basales, pero realmente es este patógeno lo que provoca la deestabilización de las enfermedades de base de estos pacientes. Son infecciones silenciosas, por eso hay que detectarlas rápidamente, para tratar de forma precoz y adecuada”.

Culpa compartida

La alegría con la que hemos consumido y consumimos antibióticos, el poco respeto que les tenemos está detrás de esta realidad. Somos en gran parte responsables pero hay que reconocerle carencias al sistema sanitario público, el parachoques inicial al que acudimos cuando estamos enfermos es el médico de familia. Beatriz nos ha contado que en su entorno toman la dosis indicada por el médico y no guardan pero son generalmente “antibióticos de amplio espectro de bacterias y solo en casos muy contados nos han hecho un cultivo específico para una determinada bacteria”. Un hecho que corrobora la doctora Tomas. “Muchas infecciones que se diagnostican sin conocer el agente se llevan a cabo en consultas de atención primaria y los profesionales no pueden solicitar una prueba y enviarla al laboratorio microbiológico porque se saturaría el sistema-reconoce la investigadora- únicamente se llevan a cabo diagnóstico cuando están hospitalizados, La solución sería llevan a cabo pruebas sencillas, rápidas, como el test covid, que puedan ser utilizadas por los profesionales sanitarios en la atención primaria y de esta forma conocer el agente de forma inmediata, de esta forma evitaríamos el uso inadecuado de antibióticos sin conocer el agente de la infección”. Es más, gran parte de las infecciones que padecemos, en especial las respiratorias tienen u origen vírico, y aunque se pueden sobreinfectar por bacterias, no tiene sentido en el momento inicial, tratarlas con antibiótico.

La investigación

5 patógenos en especial, de los 33 que ya han desarrollado resistencia a los antibióticos, tienen a la comunidad científica de cabeza. María del Mar Tomás además de médico y de microbióloga es investigadora del Instituto de Investigación Biomédica del Complejo Hospitalario de A Coruña. Es una de esas científicas que se rompen la cabeza para recuperar la eficacia de estos medicamentos. Nos cuenta que la solución científica pasa por detectar pronto el patógeno que está infectando al enfermo y en innovar en los tratamientos “mejorando el uso de los antibióticos junto con terapias que pueden ayudar a volver a recuperar los antibióticos, se pueden considerar adyuvantes que favorezcan de nuevo el uso de los antibióticos”.


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