La crisis económica ha hecho mella en ella. También el uso continuado de la mascarilla, pero en este caso es un arma de doble filo: por un lado ha impulsado los tratamientos, pero a la vez muchos pacientes los han retrasado.

Ir al dentista es para muchas personas un trago desagradable y el COVID también ha afectado a la frecuencia y uso que hacemos de esta especialidad. Para bien y para mal. Cristian González, odontólogo de la clínica Dr Smile, nos ha contado a COPE que este año la salud en general ha decaído. También la que afecta a nuestra boca.

Nos cuenta que 'al llevar mascarilla durante tanto tiempo muchos pacientes enmascaran los problemas que tienen. Pero a la vez también gracias al uso de ella muchos pacientes se han dado cuenta de que hay un problema arrastrado desde hace mucho tiempo y gracias a esto se han puesto manos a la obra para poder solucionarlo. Es, por tanto, un arma de doble filo'.

Y aquí está la cuestión. 'Para pacientes que lo tenían como algo pendiente pues se han puesto las pilas con ello y para pacientes que no les dan importancia aún se han agravado más las patologías que tenían de base. Se ha diferenciado más tantos los beneficios como los perjuicios que ha podido provocar el uso de la mascarilla'.

DINERO DE OCIO PARA NUESTRA SONRISA

Cristian González nos cuenta también que con las restricciones y limitaciones en ocio y movilidad que ha impuesto el COVID ha provocado que muchas personas destinen el dinero ahorrado en mejorar su salud. 'Como con la pandemia no se ha podido disfrutar de ocio, de viajes, pues al final este dinero que tenían ahorrado lo han invertido en la salud dental. Tanto en tratamientos estéticos como sanitarios como es la ortodoncia.

Por temas económicos a veces no lo habían hecho como hasta ahora'. Impulso económico a medias porque los tratamientos más costosos se intentan aplazar. 'Pacientes que iban dejando las patologías que tenían para más adelante, se han ido agravando... son tratamientos más caros. Y es que muchos trabajan en el sector de la hostelería, de la restauración... pues los tratamientos han disminuido. No se pueden permitir los que antiguamente se hacían. Ahora priman más las urgencias o si tienen un problema concreto en ese momento solucionarlo'.

¿Qué dudas manifiestan? Este odontólogo nos dice que con el COVID 'se han hecho un poquito más cautos. Prefieren alargar los tratamientos o esperar más para poder hacerlos hasta que la economía se recupere. Quieren saber realmente la importancia de su patología para saber si se lo pueden hacer ahora o esperar un poco más'.