En este mes de noviembre, se cumple un aniversario especial. 40 años después, cuatro décadas de la primera vez que el ser humano fue capaz de desafiar y plantar cara a la velocidad del sonido y hacerlo con uso comercial. Sí, hubo un tiempo en el que viajar por el mundo era sinónimo de hablar de velocidades cósmicas, una época que se detuvo de manera abrupta por una desgracia hace no tanto, solo veinte años.

Previo a que el Concorde sufriera un accidente fatídico en el aeropuerto Charles de Gaulle en el año 2000, esta aeronave se convirtió en una referencia del lujo y la excepcionalidad, que ni el más temeroso de los cielos querría perderse. Viajar de Nueva York a Londres en apenas tres horas y media fue una realidad pausada en el tiempo que unos pocos lograron disfrutar y que a día de hoy se podría llegar a replantear.

Pero antes de hablar del futuro, conviene saber un poco más de este avión tan peculiar y único por su apariencia, por su potencia… Y por más de una curiosidad que todavía hoy, en el año 2021, siga causando revuelo entre todos nosotros

• Sin radares en el cielo:2.179 km por hora, este ritmo duplicaba la velocidad del sonido, y hacía que cruzar el Atlántico fuera una experiencia mucho más breve de lo que es en la actualidad. Para que nos hagamos una idea, esa velocidad haría posible recorrer los cuatro puntos cardinales de España (Cabo de Peñas, Tarifa, Cabo de Creus y Finisterre) en poco más de una hora, algo inaudito.
• Bebía, bebía y bebía. Mucho además... El Concorde consumía 25.680 litros por cada hora que pasaba surcando los cielos. Haciendo comparación con el gasto actual de los aviones comerciales, los supersónicos pulverizaban 10.000 litros más de combustible, por los 14.000 aproximados que queman en la actualidad.
• El Concorde actuaba, cantaba y reinaba. Viajar en estos aviones era todo un lujo, por eso era la moda más latente de la época para la gente más famosa. Personalidades como Mick Jagger, Elton John, Sean Connery, Sting o Elisabeth Taylor, frecuentaban los viajes en estos aviones. Y es que, seamos claros, barato no era; los 2,5 millones de pasajeros que lo utilizaron, debían pagar 6.600 libras de la época; algo que para la Reina Isabel II de Inglaterra era accesible, puesto que también sentía devoción por el invento anglo-francés.
• Estómagos finos y pudientes. Los menús de la aeronave no eran nada que no mereciera ser destacado... De hecho justo al contrario. Se consumieron en su interior hasta un millón de botellas de cava, además de suculentos menús como ensaladas de langosta y trufas, filetes de pollo guineano o pastel de salmón ahumado.

Spike Aerospace: La reencarnación del Concorde

El retorno del viaje supersónico parece estar más cerca que nunca con la introducción del Spike Aerospace. Este proyecto pretende traer de vuelta las sensaciones de esos viajes únicos que trasladaba el Concorde, solo que esta vez de manera más espectacular; reduciendo los tiempos del viaje hasta colocarse en tan solo una hora y media. La diferencia es que en la actualidad las posibilidades de estos vuelos son muchas más de las que en un principio ofrecía su predecesor, y los costes de su producción también se han visto claramente reducidos.

La empresa, que comparte nombre con el reactor, se encuentra en pleno desarrollo en la actualidad. Sin embargo, se espera que próximamente encarrile sus primeros viajes para el año 2022, mientras que el uso comercial del mismo se cree que pueda llegar para el próximo 2028, por lo que aún habrá que mantener cierta paciencia. Las primeras unidades estarán destinadas a los viajes de negocios, y tendrán todo tipo de facilidades para estos colectivos. Contarán con todo tipo de facilidades para que al mismo tiempo que se viaja, se pueda trabajar con todo tipo de facilidades; incluyendo asientos y amenidades de lujo, y por supuesto, pantallas de alta definición con internet de alta velocidad. Una evolución que veinte años después, puede regresar.