La primavera es la estación donde predominan las alergias. Estas son una respuesta exagerada de nuestro sistema inmunológico hacia ciertos alérgenos. Sin embargo, una de las más desconocidas es la alergia a la humedad, un subtipo de la alergia respiratoria provocada por la inhalación de esporas de hongos que flotan en el aire. Es necesario que haya altos niveles de humedad y una temperatura específica para que las esporas puedan subsistir y multiplicarse. Todos los seres humanos estamos constantemente expuestos al moho, no obstante, solo en algunas personas se produce una respuesta alérgica, que se manifiesta en síntomas respiratorios.

Cuando nuestro sistema inmune percibe algún alérgeno, libera histamina, una sustancia química que desencadena los síntomas. La alergia a la humedad afecta sobre todo a niños y ancianos, dejando muchos problemas respiratorios de manera permanente. En el ambiente hay muchos hongos, pero son pocos los que causan alergia, entre ellos: Alternaria, Aspergillus, Cladosporium y Penicillium. La doctora Cristina Ortega Casanueva, Coordinadora de la Unidad de Alergia y Neumología Infantil del Hospital Quirónsalud San José, explica que " la Alternaria y Cladosporium predominan en el exterior".

Y añade que "Penicillium y Aspergillus son más abundantes en el interior de las viviendas. Alternaria alternata o tenuis, es uno de los más pródigos y el que generalmente vemos en la consulta. Suele predominar en ambientes exteriores y la liberación de sus esporas alcanza sus picos en días secos a finales de verano y otoño". El tiempo húmedo,sumado con el sol y el viento, son los días más propensos para que las esporas se diseminen. Además, en los climas cálidos o muy húmedos, los hongos están presentes todo el año, mientras que en las zonas templadas, aparecen sobre todo en el final del verano. No obstante, identificar que padecemos esta alergia no es complicado, ya que los síntomas son idénticos a los de las demás:

• Estornudos.
• Mucosidad y obstrucción nasal.
• Dificultad para respirar.
• Asma.
• Dolor de garganta.
• Rinoconjuntivitis.
• Presión en el pecho.
• Tos seca.
• Broncoespasmo (casos más severos).

Es esencial mantener a los niños alejados de cualquier lugar en el que haya moho, ya que los hongos son capaces de descomponer y degradar la celulosa, el almidón y la materia orgánica, por tanto, la presencia de esta, favorece su crecimiento. Habitáculos como graneros, establos, invernaderos, silos o almacenes de alimentos, son zonas en las que es más probable que se encuentren. En algunas ocasiones, los síntomas pueden desencadenar problemas respiratorios más graves, como sinusitis o rinitis inflamatoria, provocados por hongos crónicos.

Los factores de riesgo que pueden llevar a una persona a desarrollar este tipo de alergia son: tener antecedentes familiares de alergias o asma, trabajar en lugares en los que se esté expuesto al moho o estar en sitios cuya humedad es superior al 50%, además de áreas con escasa o nula ventilación. Muchas personas se preguntan si los humidificadores son beneficiosos en estos casos, por eso, la Dra. Cristina aclara que "siempre contesto lo mismo: lo son para algunos procesos infecciosos y para evitar la sequedad de las mucosas, pero no se debe abusar de ellos. Y es que los hongos crecen en los humidificadores o en los filtros de los sistemas de aire acondicionado y se pueden diseminar con facilidad por toda la vivienda".

"También observaréis que algunos niños empeoran cuando viajan a la costa; esto ocurre debido a la elevada humedad de esas zonas y de ahí que exista un mayor riesgo de presentar síntomas", dice. Entonces, ¿Qué métodos podemos utilizar para prevenir la alergia por humedad u hongos? Lo primero que debemos hacer es acudir a la consulta del médico y dejar que los expertos en alergología sean quienes nos recomienden las soluciones, que pueden ser:

• Antihistamínicos, pastillas que disminuyen los niveles de histamina que produce nuestro organismo.
• Aerosoles nasales, cuyos corticoides ayudan a desinflamar las vías respiratorias superiores.
• Lavados nasales, con agua salada o suero fisiológico, reducen el picor.
• Inmunoterapia, existen vacunas contra ciertos tipos de alérgenos al moho.

Pero no solo esto, los alergólogos también recalcan que existen medidas que podemos adoptar como forma de prevención. Lo esencial es evitar que haya un exceso de humedad en nuestras casas. Para ello debemos eliminar cualquier fuente de humedad, drenar bien el agua subterránea, ventilar todas las habitaciones del hogar (en especial las que están en contacto con el agua, como el baño o la cocina), hay que limpiar los filtros de los radiadores y aires acondicionados y, finalmente, usar deshumidificadores para mantener los niveles por debajo del 50%.