Bajo el lema "Si tú no nos sacas, nadie nos ve", miles de corredores saldrán a las calles de Madrid para visibilizar a los más de 15.000 menores que crecen en residencias y que deberían estar en familias de acogida para reparar los efectos del maltrato y la desprotección que han sufrido.

Este es el objetivo de la carrera organizada por la Asociación de Familias Acogedoras de Menores (Aseaf), cuya presidenta Paloma Fernández apuesta por visibilizar la solución, ya que califica de paradójico que España, "siendo uno de los países más generosos de Europa, tenga muchos más niños en centros que otros países".

Por ello, Aseaf, junto a Cruz Roja, ha decidido lanzar un mensaje social en la 39 edición de la Media Maratón Universitaria de Madrid para dar a conocer la situación con dorsales en los que se puede leer el nombre de alguno de estos más de 15.000 menores y el tiempo que lleva en la residencia.

"Soy Adelina. Tengo 3 años, 2 meses y 7 días y llevo en una residencia 1 año, 2 meses y 1 día", se lee en uno de los dorsales que llevarán los corredores dispuestos a cubrir los 7, 14 o 21 kilómetros de esta maratón que discurrirá el próximo 17 de marzo por la Universidad Complutense de Madrid.

También se ha habilitado un recorrido de 2 kilómetros para familias o se puede adquirir por tres euros "el dorsal cero", alguno para lucirlo el día de la carrera "donde quiera que se esté", explica la responsable de Aseaf.

Fernández insiste en que la acogida "no es solo solidaridad, sino que es justicia" y rechaza la fórmula de "acogida profesional" -a cambio de una prestación económica- que se realiza en otros países.

También ha criticado que en España no se cumpla la Ley del Menor que prohíbe que los de menos de 6 años estén en residencias.

Desde Cruz Roja, organismo que trabaja con acogida desde hace 30 años en 22 localidades de 20 provincias, se insiste en los beneficios del acogimiento, del que disfrutan en la actualidad en España unos 20.000 niños en "familia extensa" (con familiares, principalmente abuelos) y otros 7.000 en "familia ajena".

Carlos Chana, responsable de Infancia de Cruz Roja, ha explicado que en el caso de los 15.000 menores que crecen en residencias se han descartado las "familias extensas" por lo que requieren acogimiento ajeno.

Sobre las ayudas que reciben las familias de acogida, Chana ha explicado que se les da una aportación económica, que "no cubre el 100 por 100" del gasto", además de soporte educativo y terapéutico.

Cualquier familia (monoparental, homoparental, etc...) puede acoger siempre que certifique una estabilidad, tener espacio físico en la vivienda y que haya acuerdo entre todos sus miembros para hacerlo, según el responsable de Cruz Roja, que cifra en "un par de meses" el tiempo que se tarda en culminar el proceso de acogimiento.

Y es que después de que una familia demuestra su interés, se abre un proceso de información y de preparación de todos los implicados, en el que siempre prima el criterio del menor.

"No se le puede imponer", asegura Chana, quien detalla que en muchos casos el rechazo a ser acogido proviene de "un conflicto de lealtades, al sentir que están fallando a su familia biológica".