Cristina, dietista: "Me siento inflamada es una de las frases que más escucho en consulta, pero puede ser distensión abdominal, retención de líquidos o gases"
La popular expresión 'me siento inflamada' esconde realidades muy distintas que van desde una mala digestión hasta problemas circulatorios o metabólicos
Cristina Capella, dietista-nutricionista, en el vídeo
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La frase “Me siento inflamada” se ha convertido en una de las más repetidas en las consultas de nutrición, un auténtico “cajón desastre” para describir una incomodidad general. Sin embargo, ¿qué significa realmente estar inflamado? La dietista Cristina, del centro Alimmenta, aclara en un vídeo de su canal de YouTube que detrás de esta sensación pueden esconderse problemas muy diferentes, como la distensión abdominal, la retención de líquidos o un exceso de gases.
¿Qué es realmente la inflamación?
La inflamación, en términos estrictos, es una respuesta de nuestro sistema inmunológico frente a algo que el cuerpo percibe como una amenaza, ya sea un virus, una infección o una mala alimentación. El verdadero problema surge con la inflamación crónica, que persiste en el organismo de forma silenciosa. La experta advierte que, aunque “muchas veces no se percibe”, este tipo de inflamación “es dañina para nuestro organismo”. Sus síntomas más frecuentes incluyen fatiga, dolor articular y malas digestiones, por lo que seguir una dieta antiinflamatoria puede ser clave.
Es un tipo de inflamación silenciosa, muchas veces no se percibe, pero es dañina para nuestro organismo"
Dietista-nutricionista
Distensión abdominal, gases y retención de líquidos
Una de las confusiones más comunes es con la distensión abdominal, que se manifiesta como una sensación de barriga hinchada y tensa, a veces acompañada de dolor. Según la dietista, esto no se relaciona tanto con la inflamación, sino con una acumulación de gases o intolerancias digestivas. Ciertos alimentos, como las crucíferas (la familia de las coles), las legumbres, el ajo o la cebolla, pueden generar esta molestia. Existen alimentos que ayudan a reducir esta hinchazón y que son fáciles de incluir en la dieta.
La alimentación y el deporte pueden reducir la sensación de hinchazón
Los gases, por su parte, pueden provocar distensión, pero no son lo mismo. Aunque tenerlos es normal, un exceso puede derivar de factores como comer demasiado rápido, masticar poco, beber bebidas carbonatadas o un desequilibrio en la microbiota intestinal.
Finalmente, la retención de líquidos se manifiesta con hinchazón en piernas, tobillos, manos o incluso la cara, especialmente al despertar. Este problema se relaciona con cambios hormonales, problemas circulatorios, el sedentarismo o un exceso de sal en la dieta. En este caso, no se trata de inflamación ni de gases, sino de un problema de circulación y metabólico.
La importancia de un buen diagnóstico
Ante este abanico de posibilidades, la dietista subraya que lo primero es obtener un buen diagnóstico para saber con certeza qué está ocurriendo. Identificar si se trata de malas digestiones, una intolerancia, distensión o exceso de gases es fundamental para atajar el problema de raíz. Como señala la experta, “lo importante aquí es que resuelvas el por qué tienes este malestar” para poder encontrar una solución efectiva y mejorar el bienestar general.
Lo importante aquí es que resuelvas el por qué tienes este malestar"
Dietista-nutricionista
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