Ve a unos bañistas en una playa de Cádiz y lo que hacen le obliga a dar un aviso: "¿Por qué tenemos que llegar a esa situación?"
El año pasado, en España, murieron ahogadas 471 personas y Pedro Perales señala una actitud que ve en esta zona

Carlos Moreno 'El Pulpo' charla con Pedro Perales, director técnico de formación de la Escuela Nacional de Socorrismo
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La cifra, leída en frío, puede parecer una estadística más, pero detrás de cada número hay una historia, una familia y muchas veces, una cadena de errores evitables. El pasado verano murieron 471 personas por ahogamiento en España. Este año, con la temporada estival apenas iniciada, la cuenta ya supera la veintena de fallecidos. Pedro Perales, con 15 años de experiencia como formador de socorristas, lo explica sin rodeos: “El problema que tenemos en verano es que nos relajamos demasiado en las zonas de baño”.
Una cifra que debería alarmarnos
Más sobre ahogamientos
En una entrevista en el programa Poniendo las Calles de Cadena COPE, conducido por Carlos Moreno ‘El Pulpo’, Perales subraya la importancia de la prevención, una palabra que repite como un mantra. “La mejor ayuda que puede hacer un bañista es la prevención. En la prevención está el mejor rescate, porque es el que no se tiene que hacer”, afirma.
Uno de los comportamientos que más le preocupan ocurre cada año en zonas muy concretas. En playas de Cádiz como Tarifa o El Palmar, muchos surfistas y bañistas se meten al mar a pesar de la bandera roja, ignorando la señalización y la autoridad de los socorristas. “Yo muchas veces me pregunto: ¿por qué tenemos que llegar a esa situación?”, se lamenta Perales.

Escena de playa con gente disfrutando del sol sentada en sillas de colores con una sombrilla al lado.
Y no es una percepción aislada. Según la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS), la mayoría de los ahogamientos se producen fuera del horario de vigilancia, especialmente entre adultos de más de 40 años, quienes se confían por conocer supuestamente el entorno.
El socorrista no es niñero
Uno de los errores más comunes que Perales denuncia es delegar la responsabilidad de los niños al socorrista. “Muchas veces dicen: ‘No, como está el socorrista…’. No. El socorrista está para prevenir. No es un niñero”, dice con rotundidad. Esta confusión, especialmente en piscinas privadas, puede acabar en tragedia.
El director técnico del SAP (la Escuela Nacional de Socorrismo con sede en Castilla y León) lo tiene claro: “La confianza mata al hombre”. Una frase que resume la mayoría de los errores que llevan al ahogamiento: saltos desde espigones, nadar mar adentro sin valorar la forma física, ignorar las banderas o combinar el baño con alcohol. Todo ello, en un entorno como el agua, donde cualquier fallo se paga caro.

Kitesurf en la playa de Valdevaqueros, en Tarifa
Perales también denuncia la inconsciencia en situaciones concretas: “Todos los veranos tenemos rescates por saltos desde espigones. Y lo peor es que muchos acaban con lesiones medulares”.
Por eso, en la Escuela Nacional de Socorrismo se entrena tanto el aspecto técnico como el emocional. “No es agradable sacar a un niño ahogado con los padres delante. A nuestros alumnos también los preparamos psicológicamente”, relata Pedro. Y aunque él nunca ha tenido que aplicar una RCP en un caso grave, insiste en que “actualizarse cada año es fundamental”.
La prevención salva vidas, insiste una y otra vez. Saber si hay vigilancia, conocer el entorno, no bañarse cuando ondea la bandera roja, no dejar a menores sin supervisión y respetar siempre a quien vela por nuestra seguridad. Porque cada decisión puede marcar la diferencia entre disfrutar del verano o vivir una tragedia.
Como concluye Pedro Perales: “Nosotros no queremos entrar en conflicto con nadie. Solo velamos por vuestra seguridad. Y eso, muchas veces, no se valora hasta que es demasiado tarde”.

 
                 
                         
             
                    



