El patrullero de la Armada Española "Vigía" ha zarpado este mediodía desde la Estación Naval de Puntales para incorporarse a una misión en la costa occidental africana y en el golfo de Guinea, encuadrada en el marco de las operaciones permanentes de las Fuerzas Armadas.

El sencillo acto de despedida ha sido presidido por el capitán de navío Juan Luis Benavides Sierra, comandante de las Unidades de la Fuerza de Acción Marítima en Cádiz.

En una nota, la Armada ha informado de que su misión se desarrollará durante un periodo de cuatro meses para regresar a su base el próximo mes de octubre.

El patrullero ha zarpado este sábado para incorporarse al despliegue africano, donde se incorporará para realizar actividades de vigilancia marítima, de construcción de capacidades de los estados ribereños y apoyo a la diplomacia de defensa con el objetivo de mejorar la seguridad marítima regional y reforzar la presencia española.

El patrullero "Vigía", especialmente diseñado para navegar en alta mar durante periodos prolongados de tiempo y con estados de la mar hasta mar gruesa sin merma de sus capacidades operativas, dispone de una cubierta de vuelo que le permite operar con helicópteros de tamaño medio, un hospital con seis camas y dos embarcaciones semirrígidas.

El patrullero de altura Vigía (P-73), tercero de la serie, es el tercer buque de la Armada con este nombre.

Los dos anteriores fueron dos cañoneros de 3ª clase que entre 1869 y 1897 estuvieron asignados al apostadero de La Habana (Cuba), donde se encuentra la Punta Vigía (actualmente llamada Punta del Morro) que dio nombre a estos barcos.

El Vigía fue entregado a la Armada el 23 de marzo de 1993 y ha navegado más de 424.000 millas náuticas, equivalente a más de 30 vueltas al mundo, permaneciendo en la mar 3.044 días, es decir, más de ocho años. EFE

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