• Martes, 21 de mayo 2024
  • ABC

COPE

Noticias

Críticas de los estrenos de cine del 20 de septiembre

Análisis de los estrenos de cine de esta semana: Jerónimo José Martín y Juan Orellana comentan “Justin y la Espada del Valor”, “jOBS”, “Rush”, “Incondicional”, “R.I.P.D.: Departamento de Policía Mortal”, “Thérèse D.”, “Elvira”, “Para Elisa”, “La maleta de Marta”, “¿Abandonado?” y “Omnívoros”.

Justin y la espada del valor

Justin y la espada del valor

cope.escope.es

Tiempo de lectura: 14'Actualizado 26 may 2017

JUSTIN Y LA ESPADA DEL VALOR **** (7,5)

FICHA TÉCNICA.- Director: Manuel Sicilia. Doblaje original: Antonio Banderas, Saoirse Ronan, Mark Strong, Freddie Highmore, Charles Dance, Alfred Molina, Rupert Everett, Olivia Williams. Guion: Manuel Sicilia y Matthew Jacobs. España. 2013. Aventuras. 85 min. Todos.

En 2008, el andaluz Manuel Sicilia dirigió el largometraje de animación “El lince perdido”, galardonado con el Goya en su categoría. Al año siguiente produjo el corto animado “La dama y la muerte”, que fue candidato al Oscar. Ahora, da otro pase adelante con el largometraje “Justin y la Espada del Valor”, una entretenida y esmerada superproducción mayoritariamente española, aunque rodada originariamente en inglés, con 22 millones de euros de presupuesto y que ya se ha vendido a 150 países. Se consolida así la trayectoria del propio Sicilia y del Estudio granadino Kandor Graphics, ya con veinte años de vida, del que también es socio el actor malagueño Antonio Banderas, que aquí ejerce como productor y dobla al personaje de Sir Antoine en inglés, español e italiano.

La película se ambienta en un mágico e hiperlegalizado país medieval, dirigido por una Reina, pero dominado por juristas burócratas que han desterrado a los caballeros. Hijo del prestigioso abogado Reginald, el idealista adolescente Justin sueña precisamente con ser uno de los Caballeros del Valor, como lo fue su famoso abuelo Sir Roland, el más noble del Reino. Un día, tras una inspiradora visita a su querida Abuela —que le cuenta la verdadera y trágica historia de Sir Roland—, Justin se despide de su amor platónico —la pija y superficial Lara— y marcha en pos de aventuras. Durante su accidentado periplo, conocerá a la guapa y luchadora camarera Talía, al excéntrico mago Melquiades/Carolius —con graves trastornos de personalidad—, al apuesto y caradura Sir Antoine y a tres sabios monjes —Blucher, Legantir y Braulio—, que le instruyen en las técnicas y valores de los viejos caballeros. Muy pronto Justin deberá poner en práctica esas enseñanzas, cuando el malvado Sir Heraclio y sus secuaces, liderados por el amanerado Sota, intenten invadir el Reino.

Los buenos aficionados al cine de animación descubrirán en “Justin y la Espada del Valor” variadas influencias clásicas y modernas: el genial Dragonilo se parece al cocodrilo de “Peter Pan”, Sir Antoine es clavado al Gastón de “La Bella y la Bestia”, el mago Melquiades/Carolius imita la doble personalidad de Gollum/Smeagol en la saga de “El Señor de los Anillos”, el propio Justin recuerda a Hipo, el protagonista de “Cómo entrenar a tu dragón”… Pero Sicilia plantea estas referencias como homenajes al gran cine de animación y las enriquece con nuevos perfiles y personajes originales, a través de los que despliega divertidísimos anacronismos, casi siempre eficaces y respetuosos con los elevados ideales caballerescos que exalta la película. En este sentido, cabe destacar la mordaz crítica del filme al legalismo excesivo, así como sus modelos y contramodelos femeninos, y su respetuosa visión de la religión, encarnada en los tres monjes caballeros.

Todo este rico material dramático y cómico se despliega a través de un ágil guión, generoso en situaciones sugerentes y diálogos chispeantes, muy bien doblados por un reparto de lujo tanto en la versión en inglés —apabullante en su acumulación de magníficos actores— como en la española. Y se traduce en imágenes a través de un espléndido trabajo de animación, muy esmerado en todos sus detalles: unos sugestivos diseños de personajes, unos fondos preciosos, una animación de altísima calidad —cercana a la de las grandes productoras—, una gestualidad muy expresiva, una planificación rigurosa, clara y a veces muy espectacular… Con su épica partitura sinfónica, el compositor londinense Ilan Eshkeri (“Hannibal, el origen del mal”, “Stardust”, “La reina Victoria”, “Centurión”, “Coriolanus”) pone la guinda a esta sobresaliente producción familiar, que puede seguir los exitosos pasos de la inferior “Las aventuras de Tadeo Jones” y consolidar así el cine de animación español hasta situarlo entre los mejores del mundo, como merecen sus excelentes profesionales. J. J. M.



JOBS *** (6)

FICHA TÉCNICA.- Director: Joshua Michael Stern. Intérpretes: Ashton Kutcher, Dermot Mulroney, Josh Gad, Ahna O’Reilly, James Woods, J.K. Simmons, Lukas Haas, Matthew Modine, Lesley Ann Warren, Ron Eldard, Kevin Dunn. Guion: Matt Whiteley. EE. UU. 2013. Biopic. 122 min. Jóvenes-adultos.

Fallecido el 5 de octubre de 2011, el californiano Steven Jobs fue uno de los empresarios más creativos y poderosos del sector informático —como co-fundador y presidente ejecutivo de Apple— y de la industria del entretenimiento, como Presidente de Pixar y, finalmente, como el mayor accionista individual de The Walt Disney Company. Ambientado entre 1970 y 2000, este biopic recrea la etapa universitaria de Steve Jobs (Ashton Kutcher) —marcada por su abandono de los estudios, sus fugaces relaciones sentimentales y sus flirteos con el LSD—, sus primeros pasos en la informática de la mano del genial ingeniero Steve Wozniak (Josh Gad), la fundación por ambos de Apple y las conflictivas relaciones posteriores de Jobs con el propio Wozniak y sus primeros colaboradores, con el financiero Mike Markkula (Dermott Mulroney) y con el experto en márketing John Sculley (Matthew Modine), que abandonó la presidencia de Pepsi para convertirse en Director General de Apple. Por el contrario, el filme sólo esboza las relaciones de Jobs con sus padres adoptivos y sus diversas parejas, su etapa al frente de NeXT y su lucha feroz contra Bill Gates, el fundador de Microsoft, ya descrita al detalle en el telefilme “Piratas de Silicon Valley”, de Martyn Burke.

La película se deja ver, pues el estadounidense Joshua Michael Stern (“El libro mágico”, “El último voto”) desarrolla una puesta en escena fluida y variada, la acompaña de una vibrante partitura de John Debney y dirige correctamente a sus actores, aunque brillan más sus caracterizaciones externas que la hondura de sus interpretaciones. En todo caso, Stern sólo logra conmover al espectador en la dura y sincopada subtrama de Lisa —la hija inesperada que tuvo en su juventud y que tardó muchos años en reconocer—, y en la vibrante escena de su presentación en 1984 del primer Macintosh, sobre el fondo del genial spot publicitario que dirigió Ridley Scott. Esas dos secuencias delimitan muy bien el tono de la película, que se mueve entre la hagiografia de Jobs, como un emprendedor revolucionario y carismático, y la dura crítica a su actitud personal, profundamente individualista y muy despótica con sus amigos, compañeros y empleados. En este sentido, el esquemático y discursivo guion del debutante Matt Whiteley no saca todo el partido posible, ni de lejos, a la compleja personalidad de Jobs.

Queda así un drama correcto pero insatisfactorio, con cierto aire de tv-movie, claramente inferior a “La red social”, la biografía de Mark Zuckerberg —el fundador de Facebook—, que David Fincher dirigió en 2010 a partir de un sólido guion de Aaron Sorkin. Éste, precisamente, prepara ahora su propia versión de la vida de Jobs, basándose en la documentada biografía escrita por Walter Isaacson. Esperemos que cale más en el personaje y dibuje con más vigor y profundidad sus luces y sus sombras. Ah, y que afronte su labor en Pixar —aquí obviada totalmente— y su emotiva recta final. J. J. M.



RUSH *** (6,5)

FICHA TÉCNICA.- Director: Ron Howard. Intérpretes: Chris Hemsworth, Daniel Brühl, Alexandra Maria Lara, Olivia Wilde, Natalie Dormer, Julian Seager, Pierfrancesco Favino, Joséphine de La Baume, Tom Wlaschiha. Guion: Peter Morgan. EE.UU. 2013. Drama. 123 min. Adultos.

Durante los años 70 del siglo pasado dos pilotos protagonizaron un vibrante duelo desde que compitieron por primera vez en Fórmula 2. Aunque ambos procedían de familias acomodadas que no veían con buenos ojos su pasión por el motor, eran muy distintos entre sí, El inglés James Hunt (Chris Hemsworth) era un apuesto playboy, vividor y mujeriego, temerario e irresponsable. Por el contrario, el austriaco Niki Lauda (Daniel Brühl) era un joven metódico y prudente, sin demasiado don de gentes, pero experto en todo lo relacionado con los coches. Ya en la Fórmula 1, su lucha sin cuartel llevó al límite la resistencia física y psicológica de ambos, y puso a prueba sus propias relaciones personales, sobre todo en el emblemático año de 1976, durante el cual Lauda sufrió un accidente que casi le costó la vida.

Tras unos cuantos años en baja forma, el estadounidense Ron Howard (“Willow”, “Apolo 13”, “Una mente maravillosa”, “Cinderella Man”, “El Código Da Vinci”, “El desafío - Frost contra Nixon”) ofrece en “Rush” un intenso drama humano y deportivo, asentado en el sólido guion del londinense Peter Morgan, autor de los libretos de filmes tan interesantes como “El último rey de Escocia”, “The Queen”, la citada “El desafío - Frost contra Nixon”, “The Damned United” o “Más allá de la vida”. Su radiografía de la peligrosa obsesión por ganar de Hunt y Lauda, y del respeto mutuo que acaba generando, no tiene demasiado calado moral, pero resulta incisiva en la definición de personajes, sustancial en el desarrollo de sus conflictos y chispeante en varias réplicas y contrarréplicas.

Por su parte, Howard despliega una brillante puesta en escena hiperrealista, de saturada fotografía setentera, muy agresiva en su planificación y montaje —sobre todo en las impactantes secuencias de carreras—, y a la vez cuidadosa con el notable trabajo de todo el reparto, especialmente de Chris Hemsworth y Daniel Brühl. Todo ello, muy bien subrayado por la épica banda sonora de Hans Zimmer. El único defecto grave del filme es su sórdido y explícito tratamiento del sexo —sobre todo en la historia de James Hunt—, que limita absurdamente su público potencial. J. J. M.



INCONDICIONAL (Unconditional) *** (7)

FICHA TÉCNICA.- Director y guionista: Brent McCorkle. Intérpretes: Lynn Collins, Michael Ealy, Bruce McGill, Kwesi Boakye, Diego Klattenhoff, Cedric Pendleton, Emily Rollins, Danielle Lewis. EE.UU. 2012. Drama. 92 min. Jóvenes.

Opera prima de Brent McCorkle, “Incondicional” se basa en la historia real de Joe Bradford, conocido en Estados Unidos como Papá Joe, un converso al cristianismo que dedica actualmente su vida a acoger y educar a niños huérfanos o en situación de riesgo de exclusión social. La película parte del personaje de Samantha Crawford (Lynn Collins), una ilustradora y escritora de cuentos infantiles que ha perdido las ganas de vivir tras el asesinato de su marido a manos de un atracador callejero. Una serie de “azares” que no desvelamos le llevan a reencontrarse con su mejor amigo de la infancia, Joe Bradford (Michael Ealy), al que no veía desde niña y que, tras vivir importantes experiencias en su vida, ha creado en Nashville una comunidad de niños negros huérfanos o en situación de extrema necesidad. El factor decisivo en la vida de Papá Joe ha sido su descubrimiento y encuentro en la cárcel con el amor de Dios.

“Incondicional” no es una película “religiosa” al uso. El tema de la fe se explicita en el momento oportuno y no se le da más vueltas. Lo que más se desarrolla en el filme es la cuestión de “dar la vida” como expresión máxima del sentido de la existencia. El amor como la verdadera fuerza que mueve la realidad. Los personajes descubren esta dinámica en medio de circunstancias sumamente dolorosas: cuanto más fallan los cálculos humanos, más fácil es descubrir el verdadero valor y sentido de la vida. Samantha no se agarra a un discurso filosófico elevado que evite su suicidio, simplemente se deja deslumbrar por la nueva humanidad de su amigo Joe, que ya no es el mismo que dejó de ver veinte años atrás. Y empieza a seguirle, un método que comenzaron hace veinte siglos los discípulos de Jesús y que sigue vigente.

La cuestión de la acogida y de la paternidad, que encarna Joe, está hermosamente tratada en la película. Joe no es un mero educador o cuidador concienciado. Hace algo más: comparte su destino con los niños. Los niños no son su “ocupación” profesional, son su vocación, la forma concreta en la que Dios está presente en su vida. Y esto quizá es lo más logrado del largometraje. La película tiene un cierto aire de tv-movie, muy correctamente protagonizada por Michel Ealy (“Underworld: El despertar”) y Lynn Collins (“X Men Orígenes: Lobezno”), y con un elenco infantil inmejorable.

El verdadero Joe Bradford ha publicado un libro autobiográfico, “A Walk of Love”, y junto a su esposa Denise —cuyo personaje también aparece en el filme— está al frente de la asociación sin ánimo de lucro de Nashville Elijah’s Heart, que ha ayudado ya a miles de niños y sus familias en Estados Unidos. El matrimonio Bradford comenzó dándole un caramelo a una niña sorda del barrio. Al rato había quince niños en la puerta de su casa pidiendo caramelos. Eran niños que no tenían nada y casi nadie se ocupaba de ellos. La respuesta a esta simpática situación fue el comienzo de esta gran obra que ahora se conoce en toda Norteamérica. J. O. (“Alfa y Omega”).



R.I.P.D: DEPARTAMENTO DE POLICÍA MORTAL (R.I.P.D: Rest in Peace Department) ** (4)

FICHA TÉCNICA.- Director: Robert Schwentke. Intérpretes: Ryan Reynolds, Jeff Bridges, Kevin Bacon, Stephanie Szostak, Mary-Louise Parker, Marisa Miller, Robert Knepper, James Hong. Guión: Phil Hay y Matt Manfredi, basado en la novela gráfica de Peter M. Lenkov. EE.UU. 2013. Fantasía. 96 min. Jóvenes.

Tras salirse de un turbio asunto de corrupción policial, el detective Nick Walker (Ryan Reynolds) es asesinado durante una operación antidroga. En el Más Allá, una singular funcionaria llamada Proctor (Mary-Louise Parker) aconseja a Nick no encarar el Juicio Final sin antes purgar su culpa de alguna manera, para evitar así acabar en el Infierno. Alucinado, Nick acepta su propuesta de trabajar durante un año en el Departamento de Policía Mortal, encargado de perseguir y detener a espíritus fugitivos, seres monstruosos que se escaquean del Juicio Final ocultándose en la tierra bajo la apariencia de personas normales. Su compañero de andanzas será Roy Pulsifer (Jeff Bridges), un veterano y expeditivo miembro del cuerpo, que viste como un sheriff del Lejano Oeste. Bueno, en realidad, la singular pareja tendrá en la tierra la apariencia de un chino anciano (Nick) y de una rubia despampanante (Roy). Mientras intentan superar sus muchas diferencias, los dos agentes descubrirán un complot de los espíritus fugitivos para invertir el túnel hacia el Más Allá y llenar la Tierra de almas furiosas.

A priori, esta adaptación de la novela gráfica de Peter M. Lenkov —publicada por Dark Horse en 1999— podría haber generado una comedia fantástica divertida, del estilo de las que componen la saga “Men in Black”, con la que comparte un planteamiento similar. Pero, en realidad, “R.I.P.D: Departamento de Policía Mortal” hace agua por todos lados. Ciertamente, ofrece algunas secuencias de acción espectaculares, con impactantes efectos visuales. Pero la realización del alemán Robert Schwentke (“Plan de vuelo: Desaparecida”, “Más allá del tiempo”, “RED”) sólo brilla un poco en esos momentos y otro poco en la subtrama melodramática —muy a lo “Ghost”— de Nick protegiendo a su esposa Julia (Stephanie Szostak). En el resto de metraje, se limita a hilvanar de un modo rutinario, repetitivo y arrítmico las gracias de la pareja protagonista, a menudo, toscas y poco graciosas, y muy tópicas en su aplicación de la fórmula tradicional de las “buddie-movies”. Una fórmula que, además, no acaba de funcionar, pues el inmenso y sobreactuado Jeff Bridges ensombrece demasiado la sosa interpretación de Ryan Reynolds. J. J. M.



THÉRÈSE D. (Thérèse Desqueyroux) ** (5)

FICHA TÉCNICA.- Director: Claude Miller. Intérpretes: Audrey Tautou, Gilles Lellouche, Anaïs Demoustier, Catherine Arditi, Isabelle Sadoyan, Francis Perrin, Jean-Claude Calon, Max Morel, Françoise Goubert, Stanley Weber. Argumento: François Mauriac. Guion: Claude Miller y Natalie Carter. Francia. 2012. Drama. 110 min. Adultos.

A principios del siglo XX, en las zonas boscosas del suroeste de Francia, Thérèse Larroque (Audrey Tautou) y Bernard Desqueyroux (Gilles Lellouche) se casan sin demasiado amor. Ambos pertenecen a familias de la alta burguesía provinciana, ansiosas por incrementar sus grandes latifundios de campos y pinos. Muy pronto, la inquieta, culta y atea Thérèse se harta de su religioso marido, cariñoso pero tosco, al que sólo apasionan sus posesiones y la caza. Esta peligrosa situación se agrava cuando la mejor amiga de Thérèse, su joven y romántica cuñada Anne (Anaïs Demoustier), se enamora de Jean Azevedo (Stanley Weber), un joven y libertino portugués, hijo mayor de una familia judía de la zona. Mientras esta relación dinamita la paz familiar, la desesperada Thérèse toma una decisión absurda, que la enfrentará con la justicia.

El cineasta parisino Claude Miller (“La mejor manera de andar”, “Arresto preventivo”, “La pequeña ladrona”, “Esa sonrisa”) falleció a los 70 años en abril de 2012, poco después de finalizar el rodaje de este extremado melodrama. Se trata de la adaptación de la novela homónima de su compatriota François Mauriac, publicada en 1927 y ya llevada al cine en 1962 por Georges Franju, bajo el título “Relato íntimo”. Su clásica puesta en escena capta la atención por su ambientación detallista, su decadente fotografía preciosista y su ritmo lánguido y contemplativo, aunque cansan sus fundidos en negro, reiterativos e insustanciales. En todo caso, el conjunto padece un guión demasiado expositivo y artificiosamente agobiante, sin una clara perspectiva moral ni verdadero calor humano, tampoco en un par de apasionados y explícitos escarceos sexuales. Esto se traduce en unos personajes contradictorios y distantes, a los que el notable reparto nunca logra acercar al espectador. Hasta la casi siempre brillante Audrey Tautou se contagia de la frialdad de la historia.

Quizás la clave de esos defectos radica en que la película —seguramente como herencia de la novela— nada y guarda la ropa respecto a su aparente exaltación del hedonismo liberador frente a la opresiva moral burguesa y católica de la época. A veces, parece que la película disculpa y hasta legitima el terrible delito de Thérèse, provocado por su enfermiza búsqueda del deseo y el placer, y su desprecio de la religión. De hecho, el último plano de la película va en esa línea. Sin embargo, en otras ocasiones, da la impresión de que Miller también se muestra crítico con su frivolidad —sobre todo respecto a su pequeña hija— y con la de Jean Azevedo, sintetizada en la cita que hace de “Los alimentos terrestres”, de André Gide. De hecho, el personaje de Bernard Desqueyroux —cuyas convicciones católicas le llevan a perdonar y a ayudar a Thérèse—, crece durante la película hasta convertirse en el más perfilado e interesante de todos. En todo caso, queda un filme desequilibrado y desconcertante, que muestra el distorsionado anhelo de libertad de tantas y tantos, y su consiguiente pérdida del sentido moral más básico. J. J. M.



ELVIRA ** (4)

FICHA TÉCNICA.- Directores y guionistas: Manu Ochoa y Antonio Travieso. Intérpretes: Arianna Fortes, Olvido Pombo, Martín Sánchez, Isabel Mocholí, Manu Ochoa, Jonai Rodríguez. España. 2013. Drama. 96 min. Adultos.

Elegir entre la vida y la muerte es lo que se plantea a diario Elvira (Arianna Fortes), una joven pintora que, tras varios intentos de suicidio, conoce el extraño y viejo método de un poeta ruso, basado en el destino. Una especie de ruleta rusa, con 99 pastillas de azúcar y una de cianuro. Y cada día tomará una al azar. Su vida cambia después de ello: conoce a Sofía (Isabel Mocholí), una singular prostituta que le mostrará el mundo desde otra perspectiva; también a Salmu (Manu Ochoa), un pintor ciego que le enseñará a pintar los olores que le rodean, y a Fran (Jonai Rodríguez), un chico que parece estar siempre en los lugares menos indicados.

Aunque está bien rodada e interpretada, no acaba de funcionar esta película de los españoles Manu Ochoa (“Las cinco crisis del Apocalipsis”) y Antonio Travieso. Su punto de partida es original, pero decanta hacia una reiterativa sucesión de situaciones extrañas, algunas casi surrealistas o decididamente cutres, que alejan al espectador del profundo trauma de la protagonista. Además, el tono es sórdido, descarnado y a veces obsceno. Lo mejor es la canción Píntamelo fácil, de Tiza, que ilustra los títulos de créditos. J. J. M.

PARA ELISA 3

FICHA TÉCNICA.- Director y guionista: Juanra Fernández. Intérpretes: Ana Turpin, Luisa Gavasa, Ona Casamiquela, Jesús Caba, Sheila Ponce, Enrique Villén, Pep Antón Muñoz, Pablo Viña. España. 2013. Terror. 74 min. Adultos.

Subir una escalera, entrar en el tercero izquierda, avanzar por un pasillo acompañada de una dulce melodía infantil, tomar un té con pastas y conocer a una inocente niña a la que cuidar puede ser el principio de una tarde cualquiera para la joven Ana (Ona Casamiquela), estudiante universitaria en Cuenca. Pero, si al atravesar el umbral de esa puerta, te adentras en la boca del mal, en la casa de Diamantina (Luisa Gavasa), en el salón de juegos de Elisa (Ana Turpin), y te conviertes en el juguete de una desequilibrada, entonces ya no es una tarde cualquiera, es la última tarde…

En este su primer largometraje, Juanra Fernández —autor del corto “Misericordiam Tuam”—, se apunta a la moda del terror psicológico, con dementes desatados, sangre y vísceras. La película está bien rodada y correctamente interpretada —sobre todo por la veterana Luisa Gavasa—; pero su guión es muy flojo y recurre a un tono demasiado sangriento, morboso y grosero. A ver si en la escuelas de cine españolas ayudan de una vez a sus alumnos a afrontar otros géneros más digeribles. J. J. M.

LA MALETA DE MARTA (Marta’s Suitcase) *** (6,5)

FICHA TÉCNICA.- Director y guionista: Günter Schwaiger. Intervienen: Ascensión Marta Anguita, Harald Burgauner, María Naredo, Renate Hojas. España-Austria. 2013. Docuemntal. 86 min. Jóvenes-adultos.

Este documental del austriaco afincado en España Günter Schwaiger (“El paraíso de Hafner”, “Arena”, “Ibiza Occident”) entrelaza dos historias reales. Por un lado, una mujer andaluza maltratada, Ascensión Marta Anguita, describe la brutal agresión de su ex marido, que estuvo a punto de acabar con su vida tras atropellarla y darle 16 puñaladas. Ahora su agresor ha salido de prisión, y ella está segura de que va a intentarlo de nuevo. Por eso se oculta mientras sigue luchando para superar el trauma y el miedo. Por otro lado, Harald Burgauner, psicoterapeuta del consultorio para hombres MännerWelten, en Salzburgo, explica cómo intenta ayudar y rehabilitar a hombres violentos adentrándose en las causas de su agresividad.

A través de sencillos pero eficaces recursos fílmicos y sin pretender agotar el complejo tema del maltrato doméstico, Schwaiger ofrece unas cuantas reflexiones interesantes en torno a las causas de la violencia física y psicológica, al sentido de culpabilidad y al decisivo papel —para bien y para mal— de las familias de las mujeres maltratadas y de los maltratadores. También propugna una legislación rigurosa, pero que prime la educación sobre la criminalización, y subraya la imperiosa necesidad de robustecer el propio dominio de sí y dejarse ayudar en cuanto surjan las primeras pérdidas del control. En este sentido, el filme acierta al recordar los peligros de las drogas y el alcohol, y al no dejarse llevar por la ideología de género, cuya deformada antropología impide una visión ponderada del problema. J. J. M.


 
¿ABANDONADO? —

FICHA TÉCNICA.- Director y guionista: Geppe Monrós. España. 2013. Documental. 65 min.

Tampoco han mostrado a la prensa este documental de creación que, según sus autores, “utiliza la belleza de los lugares abandonados y su capacidad de evocación para reflexionar sobre la situación de la superficie urbanizada en Europa, la necesidad de reutilizar los lugares abandonados y las diferentes maneras de hacerlo. A través del paisaje de 24 países y 25 entrevistas, el documental seduce al espectador y lo invita a reflexionar”. Lo ha dirigido Geppe Monrós, que rodó durante un año por toda Europa en compañía de Julia Clay. Por el tráiler, parece que la película logra sus objetivos, ofreciendo una especie de ensayo visual, a medio camino entre el tono poético de “Forever”, del peruano Heddy Honigmann, y el reivindicativo de “Los espigadores y la espigadora”, de la belga Agnès Varda. J. J. M.



OMNÍVOROS * (1)

FICHA TÉCNICA.- Director y guionista: Óscar Rojo. Intérpretes: Elisa Matilla, Celine Tyll, Alberto Jo Lee, Fernando Albizu, Sara Gómez, Teresa Soria Ruano, Ismael Fritschi, Paco Manzanedo, Marta Flich, Darío Frías, Aitor Legardón. España. 2013. Terror. 90 min. Adultos.

El prestigioso crítico gastronómico Marcos Vela (Mario de la Rosa) acepta el encargo de escribir un reportaje sobre la reciente proliferación de “restaurantes clandestinos”. Su investigación le llevará a descubrir que en uno de ellos se organizan reuniones furtivas de canibalismo, a cambio de grandes sumas de dinero.

Dos años después de la infumable “Brutal Box”, el español Óscar Rojo confirma sus mediocres planteamientos fílmicos en la todavía más infumable “Omnívoros”, caótica colección de sádicas brutalidades y obscenidades, insoportables para cualquiera con un mínimo de sensibilidad, y expuestas con escasísimo sentido narrativo y dramático, un tono casposo —que ya estaba apolillado hace cuarenta años— y unas interpretaciones atroces, que a menudo provocan sonrojo. J. J. M.
 

Radio en directo COPE
  • item no encontrado

En directo

Directo Poniendo las Calles

Poniendo las Calles

Con "El Pulpo"

Escuchar