"Revertir Madrid Central ha sido una promesa electoral y como tal, la vamos a cumplir". Así de tajante se expresó este domingo tras conocer los resultados electorales el probable futuro alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. El candidato del PP podría entrar en el Palacio de Cibeles con el apoyo de Ciudadanos y Vox y un programa con el que deberá combatir los principales problemas que sufre la capital: Contaminación, vivienda y desigualdad. A continuación, COPE te resume algunas de sus principales medidas:

MADRID CENTRAL

Es una de las promesas más firmes del candidato José Luis Martínez-Almeida: acabar con Madrid Central, la medida estrella a nivel de movilidad del mandato de Manuela Carmena. El problema es que la que va a ser socia de gobierno del PP, la candidata de Ciudadanos Begoña Villacís, no es partidaria de acabar con esta gran área de prioridad residencial en su totalidad. Por eso, está sobre la mesa dividir esta gran APR en pequeñas APR. A algunas, como las de Ópera o Las Letras que se encuentran dentro de Madrid Central, se añadirían otras como la del Barrio de la Justicia y el de Universidad. La clave de estas APR es que, además de restringir el tráfico, también cuentan con calles por donde se puede circular.
 

SEMÁFOROS A-5

Es otra de las medidas de Manuela Carmena que está condenada a desaparecer, aunque en este caso, se tardará bastante más tiempo. Y es que tanto PP como Ciudadanos, las dos formaciones que van a llevar el peso de la gestión de la capital los próximos 4 años, apuestan por soterrar la entrada a Madrid por la A-5. Un soterramiento que conllevaría la eliminación de esos semáforos que, según ambas formaciones, ralentiza el tráfico en ese punto y limita la circulación de los conductores.
 

ACERAS DE LA GRAN VÍA

Es otra de las obras más importantes durante la última legislatura. Y parece que se va a mantener. Al menos escuchando las declaraciones de Begoña Villacís que niega que se esté planteando revertir esta reforma y desensanchar las aceras que se acaban de ampliar.
 

REFORMA PLAZA DE ESPAÑA

Otra de las reformas estrella del mandato de Manuela Carmena que ha tardado años en proyectarse. Unas obras que, curiosamente, acaban de comenzar. En principio, esas obras van a continuar. Pero eso no significa que el futuro gobierno municipal introduzca, o al menos lo intente, cambios sobre la marcha. Por ejemplo, el más que posible futuro alcalde, José Luis Martínez Almeida siempre ha defendido el mantenimiento del túnel que conecta la Cuesta de San Vicente y la calle Ferraz. Un paso inferior que desaparece en el proyecto del gobierno Carmena.
 

MULTAS MENOS CUANTIOSAS

Es una de las últimas promesas realizadas por Martínez Almeida. Reducir de 90 a 50 euros (25 en caso de pronto pago) las multas del servicio estacionamiento regulado. Además, se bonificará un 30% del impuesto de tracción mecánica a los que estén tres años sin ser multados. Y si en dos, no te llega ninguna sanción, la primera multa que te impongan, será meramente informativa. El objetivo es acabar con el afán recaudatorio que se ha visto, dice, en los 4 años de Manuela Carmena al frente del Ayuntamiento.
 

OPERACIÓN CHAMARTÍN

25 años lleva esperando este proyecto a ser aprobado. Una operación urbanística que cambiará el panorama en el norte de la capital y que, tras años de negociaciones y cambiando varios aspectos del proyecto original de la ex – alcaldesa Ana Botella, se pudo poner negro sobre blanco. Se pusieron de acuerdo Fomento, el consorcio de empresas y el Ayuntamiento de Madrid. El objetivo era aprobarlo antes de que acabase la legislatura pero finalmente, y en una decisión polémica, Manuela Carmena decidió no darle luz verde días antes de las elecciones del pasado domingo. El futuro alcalde está a favor del proyecto y su propósito es aprobarlo en el primer pleno que se convoque nada más ser nombrado. Pero queda en el aire una duda. ¿Querrá Martínez Almeida cambiar algún aspecto y recuperar lo quitado por Carmena, sobre todo en materia de vivienda? Si lo hace, el proyecto volvería a la casilla de salida con el consiguiente enfado de empresas y de vecinos.