Se necesitan bomberos. La Comunidad de Madrid se gasta anualmente 9 millones doscientos mil euros en horas extraordinarias, según denuncian los sindicatos, y cien aspirantes que ya están preparados no pueden incorporarse por un problema burocrático.

Para poder realizar la prueba médica anti dopaje, último requisito para incorporarse, función pública tiene que permitir una partida de 20.000 euros, que es lo que hay que pagar a la empresa que realiza esta prueba. Una empresa semipública, según los sindicatos. Al ser esta cantidad, la ley obliga a hacer un concurso público, algo que no se ha hecho, así que, ahora hay que esperar hasta asignar a la empresa. Una situación incomprensible, y de falta de previsión que ha criticado Israel Naveso responsable de CSIT Unión profesional. “es un esperpento, y aquí la culpa la tiene función pública porque el tribunal ha hecho todo lo que tenía que hacer, ha corrido todo lo que ha podido correr, pero si función pública le dice al tribunal que tiene que redactar un pliego de condiciones, esto nos llevaría a que estos nuevos ingresos en lugar de incorporarse en abril, se incorporarían en septiembre.”

Insiste en la necesidad de que se incorporen nuevos bomberos, no solo por el gasto en horas extraordinarias, sino por la seguridad. Falta un 20% de la plantilla para completar la dotación mínima legal. Denuncian que están exhaustos de tanta carga de trabajo. Lo paradójico, a juicio de este sindicato, es que los mismos que retrasan los procesos selectivos, son los que cuestionan el elevado coste de las horas extras.

El gobierno regional anunció la apertura de siete nuevos parques de bomberos, algo que no se podrá hacer si las nuevas promociones no se incorporan de forma inmediata. Según Naveso, están llevando al límite la plantilla del cuerpo de bomberos.