En la Comunidad de Madrid hay unas 900 escuelas infantiles privadas, pero hoy muchas de ellas no han abierto sus puertas para el nuevo curso porque la pandemia se ha llevado por delante su negocio. Son casi 300 las guarderías privadas que han tenido que cerrar porque no han podido aguantar la caída de ingresos y la falta de matrículas.

Una de ellas es la Escuela Alere Montessori House que llevaba tres años enseñando a niños de entre 1 y 6 años. Un pequeño proyecto educativo en Valdebebas que, después del cierre de marzo por el confinamiento, no ha podido superar las pérdidas, como ha contado a COPE Antonio Prieto, director y profesor de una de sus dos aulas.

“Teníamos muy pocas matriculas para este curso y, ante la incertidumbre, ya en el mes de junio decidimos cerrar de manera definitiva para que las familias que sí habían hecho la matricula con nosotros tuvieran tiempo de buscar una alternativa”, explica.

El centro contaba con dos aulas. Una para niños de 1 a 3 años y otra para alumnos de 3 a 6 atendidas con un educador en cada grupo. En total 14 niños y dos educadores que ya no han vuelto a esas aulas. “Una decisión muy dura”, nos cuenta Antonio, que explica que “fue difícil decirles a las familias que no íbamos a continuar”.

Durante el confinamiento no se acogieron a ninguna ayuda, “tiramos de ahorros hasta final de curso y continuamos haciendo trabajo online con las familias, con formación, actividades… y fuimos cobrando nuestro salario”, explica. Ahora toca buscar otro trabajo, cuenta Antonio, aunque no tira la toalla y espera poder retomar el proyecto educativo en el futuro, “a lo mejor el curso que viene nos planteamos comenzar otra vez en otro espacio, también en Valdebebas”, asegura.

Como la de Antonio, casi 300 guarderías y escuelas infantiles se han visto obligadas a echar el cierre definitivo ahogadas por la crisis del coronavirus.