Con tristeza y desolación, pero con esperanza. Así vive el padre Iván Lipka la guerra en su país. Tras 20 años en Madrid, este sacerdote ucraniano ha reunido una importante comunidad de fieles, muchos de ellos compatriotas, en la parroquia de Nuestra Señora del Suceso, en la calle Princesa.

Su teléfono en estos días es un hervidero de llamadas de gente ofreciendo colaboración. "El domingo hicimos una misa por la paz de Ucrania y, entonces, entre la gente nos hemos organizado para recoger tres cosas: comida, ropa y medicamentos. Ahora tenemos que ver cómo lo envíamos", explica.

Aunque agradecido por las muestras de apoyo, lo primero que pide el padre Iván es rezar. "La primera ayuda que pido es rezar. Rezar por esa gente, para que puedan aguantar y para que Dios ilumine la gente de la que depende esa paz". Muchos de sus fieles se ofrecen a acoger a personas ucranianas, niños en difícil situación.

Esto, de momento, es algo que este sacerdote ve complicado. "Mucha gente está cruzando la frontera de Ucrania hacia Polonia sin documentación. Es muy difícil que puedan llegar hasta aquí para poder pedir la condición de refugiados", aclara.

El padre Iván reconoce que lo está pasando mal. Su hermano y su madre siguen en Ucrania. Habla con ellos a diario, pero la preocupación siempre está. "El primer día de bombardeos fue muy complicado. Todo el mundo estaba perdido. Sonaban las alarmas y no sabían qué hacer. Ahora ya, despues de casi una semana, todo el mundo esta acostumbrado, por desgracia", explica.

Muchos de los fieles que acuden los domingos hasta esta parroquia están de vuelta a Ucrania, principalmente, los hombres. El padre Iván cree que el conflicto se alargará el tiempo y teme por los cristianos en caso de que Rusia se haga con las riendas del pais. "Ya hay persecucción. ¿Por qué hay una guerra en Ucrania? Porque los rusos no quieren una Ucrania con libertad, que vivan con sus tradiciones. Tienen que vivir como quieren los rusos. Luego empezarán a perseguir a los creyentes porque a ellos no les gusta", afirma contundente.

Desde su labor pastoral en Madrid, el padre Ivan seguirá ayudando en lo que pueda. Estará en la oración por la paz que se celebra a las 8 de la tarde en la Almudena, presidida por el cardenal, arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. Oraciones que se han extendido este Miércoles de Ceniza a otras 5 parroquias madrileñas: Los doce apóstoles; Santísimo Cristo de la Victoria; San Ignacio de Loyola; Nuestra Señora del Carmen, de El Plantío; y San Eloy.