Con la subida de las  temperaturas en este mes de febrero, y la falta de lluvias, se pueden comenzar a ver las primeras orugas procesionarias en la Comunidad de Madrid. Aunque es verdad, que por el momento la plaga no se ha extendido demasiado, nos lo cuenta en COPE, Óscar Soriano, experto entomólogo “posiblemente por la sequedad que ha habido se ha impedido que salgan tantas como otros años. Pueden estar en estado latente mucho tiempo y si cambian las condiciones puede haber una aparición de más orugas”. Hay que tener especial cuidado con este insecto, sobretodo en niños y animales, porque pueden producir urticaria y heridas en la piel, que en muchos casos puede considerarse de alto riesgo. En animales puede llegar a provocar su muerte, ya que si los pelillos de estos insectos entran en contacto con las mucosas o con los ojos de los animales, les provocan picores, suelen comenzar a babear y a rascarse la zona de la boca.

¿Qué hacer si pica una oruga procesionaria? En el caso de los animales acudir de inmediato a un centro veterinario. Y en cuanto a las personas, lavar de inmediato con agua y con jabón, en cuanto se vean los primeros síntomas de urticaria, suelen ser en las palmas de las manos. Si se produce una reacción alérgica hay que acudir al médico con urgencia para tener enseguida un diagnostico. El Ayuntamiento vuelve un año más a tomar las medidas necesarias. La procesionaria afecta a la Comunidad de Madrid desde hace muchos años. Óscar asegura que “el problema que tienen los productos que se usan, es que si no son de un objetivo determinado, pueden tener unas consecuencias graves en el ecosistema. Se pueden matar a las procesionarias pero puede haber otro insecto resistente que pueda causar una plaga similar”.