La imagen de estos días en casi todas las calles de la capital es la de ramas e incluso árboles enteros caídos en medio de la calzada, sobre los coches o el mobiliario urbano porque no han podido soportar el peso de la nieve.

En la capital hay casi 700.000 ejemplares dañados tanto en las calles, como en los parques históricos y, sobre todo, en la Casa de Campo, la zona más afectada “con una estimación de 500.000 árboles con diferentes daños de los más de 600.000 que hay”, explica a COPE Francisco Muñoz, Director General de Gestión del Agua y Zonas Verdes del Ayuntamiento de Madrid.

En los parques históricos se han contabilizado unos 30.000 ejemplares con diferentes daños, en parques singulares como Madrid Río o Juan Carlos I, hay un 15 por ciento de los 65.000 árboles afectados. Y a ellos hay que hay que añadir 150.000 ejemplares dañados en las calles y jardines de la ciudad.

El Ayuntamiento ha comenzado “a concretar daños y a hacer un diagnóstico porque hay vuelcos, daños muy severos que obligan a retirar los ejemplares y otros que con podas se podrán recuperar”, explica Muñoz. Pero “serán meses de arduo y concienzudo trabajo hasta que se pueda recuperar la normalidad, aunque la prioridad ahora es acometer los trabajos necesarios para que la ciudad pueda ir recuperando la normalidad con seguridad”.

Para ello se están retirando ramas y ejemplares caídos a los que se les está dando “fundamentalmente dos destinos: la planta de Migas Calientes y el parque Tecnológico de Valdemingómez porque la idea es destinar a abono para parques y jardines todo lo que se pueda transformar en materia orgánica”, explica Muñoz.

Queda por cuantificar el número definitivo de árboles afectados pero de las 500 especies de árboles y 800 de arbustos que hay en la capital “las coníferas y los olivos han sido los más afectados, también los ligustres, los plátanos y los olmos”, cuenta Muño. Pero fundamentalmente los árboles de hoja perenne han sido los más afectados porque “la hoja tiene más capacidad de retención de nieve y eso ha supuesto una sobrecarga de peso para estos árboles” que han acabado cediendo ante “un evento meteorológico excepcional que ha provocado daños excepcionales”, explica el director general de zonas verdes de la capital.