Mucho se ha hablado desde que comenzó esta crisis sanitaria de los síntomas que produce la Covid 19 y de los efectos secundarios que deja. Las personas que lo han padecido han sufrido pérdida de olfato, de gusto y ahora se ha demostrado que también de pelo.

Este trastorno recibe el nombre de efluvio telógeno y consiste en la caída brusca de grandes cantidades de cabello. En realidad, se trata de un problema capilar que suele aparecer después de recibir un tratamiento, de sufrir un cambio hormonal, por ejemplo, tras dar a luz, después de un período de mucho estrés o al pasar por algún tipo de infección como la Covid 19.

Lo que ocurre es que cuando tenemos fiebre muy alta, el cabello deja de crecer de manera sincrónica y cae a la vez, de ahí que sea tan llamativo. En declaraciones a Cope, la doctora Ángela Hermosa, dermatóloga de la Clínica FEMM, nos confiesa que no hay por qué alarmarse: “La buena noticia es que el efluvio telógeno, por regla general, no requiere ningún tratamiento porque se frena solo y el paciente recupera la densidad capilar, pues cuando un pelo ha terminado su fase de caída, se vuelve a meter otra vez en fase de crecimiento”.

Por tanto, esta caída masiva del pelo no indica que las personas que lo sufren tengan una infección activa sino que ya la han pasado hace dos o tres meses, de ahí que la mayoría de los casos se estén registrando precisamente ahora.

De todos modos, la doctora Hermosa nos recomienda que, si esta caída masiva se prolonga en el tiempo y dura más de tres meses, lo mejor es ir a consulta, sobre todo, para descartar que esta dolencia no sea consecuencia de otra enfermedad, por ejemplo “carencias de hierro, problemas tiroideos o déficit de alguna vitamina”.

Y aunque los efluvios telógenos se suelen autoresolver, existen tratamientos que sirven para disminuir o acortar su duración, como son el minoxidil, ya sea tópico u oral, o las inyecciones de plasma rico en plaquetas, uno de los tratamientos de medicina regenerativa más eficaces para fortalecer el cabello.