J.L. Restán | Línea Editorial

El “supremo” Puigdemont

Con el anuncio de la llamada ley “suprema” de referéndum, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se ha investido de hecho en una especie de “rey sol”, convencido de que ya no representa al Estado en Cataluña sino que el Estado es él mismo. Podría parecer que Puigdemont representa una comedia bufa que apunta hacia una frustrante comedia trágica. Pero hay motivo para una seria preocupación por todo lo que está en juego y el Estado no puede tomarse a la ligera este desafío.Tras su audiencia con el Rey, Pedro Sánchez ha dicho que estará al lado del Gobierno en su defensa del Estado de Derecho, pero ha añadido que es necesario buscar una “solución política” al desafío separatista. Sánchez parece obsesionado con las virtudes de una reforma de la Constitución en clave federal, pensando que eso dará satisfacción al secesionismo con su ambigua cláusula sobre el carácter plurinacional de España.España necesita en estos momentos que los principales partidos, pese a sus discrepancias, mantengan y hagan visible un acuerdo absoluto sobre la soberanía española y la unidad indivisible de la nación, tal como está formulada en la Constitución. Esta encrucijada coloca al Secretario General del PSOE ante una responsabilidad histórica. En su lucha por el liderazgo de la izquierda Sánchez viene haciendo guiños al populismo de Podemos, pero en este asunto está en juego mucho más que una cuestión de táctica política.

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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