Uruguay se asoma al cambio

Las elecciones en Uruguay suman incertidumbre a la situación política en América latina, al no haber todavía un vencedor claro. Tan sólo algo más de 28.000 votos separan al candidato del centro-derecha, Luis Alberto Lacalle, de Daniel Martínez, del izquierdista Frente Amplio. Falta ahora el escrutinio de los llamados “votos observados”, sobre los que existen dudas, y habrá que esperar hasta el jueves para conocer definitivamente al vencedor, aunque todo indica que Lacalle triunfará por la mínima. De hecho ya se ha autoproclamado ganador, pero desde la izquierda no han querido reconocerlo y pretenden apurar la última esperanza.

Si se confirma la victoria de Lacalle, la izquierda abandonaría el poder tras quince años. Eso significaría que la derecha puede revertir algunas políticas sociales y de educación que la izquierda uruguaya lleva quince años implantando. En todo caso Uruguay debe salir de este impasse, los candidatos aceptar los resultados y evitar así un nuevo foco de tensiones desmedidas en América Latina.

La derecha, por su parte, debe tomar nota de que las movilizaciones en América Latina tienen un fondo de demandas de igualdad insatisfechas. Y la respuesta a esas demandas no debería ser patrimonio de la izquierda.