El último abrazo de los hermanos Ratzinger

El Papa emérito, Benedicto XVI, ha regresado a Roma después de realizar un viaje exprés a Alemania para la que muy probablemente haya sido la última vez que los hermanos Ratzinger se dan un abrazo en vida. Joseph Ratzinger ha estado siempre muy unido a su hermano Georg, de 96 años, que en la actualidad se encuentra gravemente enfermo. Fueron muchas las visitas del hermano mayor a El Vaticano, y muchas confidencias de toda una vida.

Con la discreción que caracteriza al Papa emérito, apenas han trascendido imágenes de la visita, pero hemos sabido que ha podido estar en Ratisbona, recorrer algunos lugares entrañables de su infancia y juventud, como la casa de Pentling en la que vivió desde 1969 a 1977, cuando era profesor en la Universidad, antes de ser nombrado arzobispo de Munich, y que ahora se ha convertido en un centro de documentación del Instituto Benedicto XVI, que conserva su patrimonio teológico. También ha podido hablar con los vecinos y conmoverse frente a las viejas fotos familiares, y ha podido rezar ante las tumbas de sus padres y hermana, y celebrar la Eucaristía junto a su hermano Georg.

Joseph y Georg Ratzinger fueron ordenados sacerdotes el mismo día, en la festividad de san Pedro y san Pablo, un 29 de junio de 1951. Este viaje, con sabor a despedida, un verdadero viaje del corazón, no ha sido más que un punto y seguido en la historia de ese camino que ambos hermanos han recorrido durante sus vidas, marcadas por la entrega, el servicio y el amor a Cristo y a su Iglesia.