Después de este sábado el mapa del poder territorial en los ayuntamientos reflejará algunas tendencias relevantes. El PP, que sufrió un duro varapalo en las elecciones generales, conserva importantes alcaldías. Los Comunes, o sea el Podemos catalán, ha girado hacia el PSC pero sigue muy cerca del independentismo, porque sus votos le dan a ERC alcaldías importantes. La alianza entre los socialistas y el PNV cada vez es más fuerte y gracias a ella van a gobernar en más de 60 ayuntamientos y en la diputaciones forales, que tienen mucho poder. Vox, que tanto ha gesticulado y que tanto perdió en las elecciones municipales, ha llegado a acuerdos para gobernar en 30 municipios con los populares. Y Ciudadanos, que también perdió mucho en las elecciones municipales y autonómicas, consigue una buena cuota de poder territorial. El Gobierno de los ayuntamientos, quizás más que nunca, ha sido moneda de cambio: Ciudadanos, por ejemplo, ha negociado las alcaldías de Burgos y Palencia a cambio de dar al PP la presidencia de la Comunidad de Castilla y León. Se están negociando los cabildos y los ayuntamientos en Canarias, también a cambio de la presidencia de la Comunidad. Estos intercambios de cromos pueden producir hastío entre los votantes.

Se entiende que haya pactos entre fuerzas que coinciden programáticamente, pero algunos de estos intercambios de cromos tienen poco que ver con lo que hemos votado. Por eso lo conveniente sería una reforma para hacer las elecciones municipales a dos vueltas.