Una de las grandes satisfacciones que hoy podemos tener la inmensa mayoría de los españoles es la superación definitiva de los agravios de una época de enfrentamientos fratricidas gracias a la Transición democrática y a la ley de amnistía que trajo la Constitución como norma de convivencia. Aunque existan algunos nostálgicos de la República y también de la dictadura, el consenso social mayoritario afronta el futuro sin rémoras anacrónicas, pese a quienes alimentan la Memoria Histórica como une pretexto para idealizar un pasado de enfrentamientos, exclusión recíproca y violencia.

Eso es algo que algunos líderes de la izquierda no parecen haber comprendido desde la época de Zapatero, empeñados en cuestionar la Transición. Sin embargo el resultado de las últimas elecciones señala de nuevo la voluntad mayoritaria de entendimiento entre los grandes partidos constitucionalistas en los que se ve reflejada, con todos sus matices, la gran mayoría de la sociedad española, que anhela un consenso fundamental más allá de nostalgias ideológicas.

En esa dirección apunta el manifiesto de un notable grupo de intelectuales de izquierda recién publicado. También lo sugerían ayer, con realismo, los expresidentes Felipe González y José María Aznar ante la inquietante amenaza que se cierne hoy sobre la unidad de España: el separatismo catalán, que también pretende reescribir la historia.