23 DE JUNIO
Lo que esconde la furia iconoclasta
El derribo de estatuas en EEUU obedece a un afán por desfigurar la propia historia borrando las huellas de la herencia hispana y, sobre todo, de la evangelización que trajo consigo

Lo que esconde la furia iconoclasta
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La oleada de furia iconoclasta que sacude a Estados Unidos, con ramificaciones en otros países, no puede considerarse una mera manifestación de indignación popular por la muerte alevosa del joven negro George Floyd a manos de un policía blanco. Habría que hilar muy fino para tratar de entender que el derribo de las estatuas de Colón o de San Junípero Serra en diversas ciudades norteamericanas obedece a esa rabia contra la discriminación racial, cuando la historia demuestra que esos y otros personajes fueron artífices de la civilización que conocemos. Mucho más incomprensible resulta que ese movimiento supuestamente antirracista deje al margen de sus iras a los colonizadores ingleses que diezmaron la población indígena de los Estados Unidos para apoderarse de sus tierras, mientras los misioneros españoles, como el santo Padre Serra, se ocupaban de clamar contra la esclavitud y de proteger a los pueblos indígenas.
Se trata de un afán por desfigurar la propia historia borrando las huellas de la herencia hispana y, sobre todo, de la evangelización que trajo consigo, precisamente el principal factor para construir una sociedad fraterna y con igualdad de derechos. Mientras tanto resulta lamentable que el Gobierno español guarde silencio sobre los ultrajes que está sufriendo nuestra presencia histórica en los Estados Unidos, indiferente ante el derribo de los monumentos de personajes que reflejan la historia civilizadora de España.



