La Fiscalía del Supremo se ha manifestado en contra de que Pablo Casado sea investigado por cohecho impropio y prevaricación administrativa a cuenta de su master en la Universidad Rey Juan Carlos. Ahora lo más probable es que los jueces del Supremo archiven el asunto. La propia Universidad ha asegurado que las convalidaciones son correctas, Casado siempre afirmó que este caso no tenía recorrido. Las decisiones de la justicia vienen ahora a confirmar lo que había sostenido el líder de los populares. Al tiempo, la juez del caso master ha abierto una investigación que tiene en el punto de mira a la ex ministra Montón.

El modo en el que nuestros políticos obtuvieron sus masters o escribieron sus tesis doctorales ha ocupado un espacio desmedido en la vida pública española. Desde el debate en torno al master de Cifuentes vivimos una espiral extraña. A menudo se olvida la presunción de inocencia y se magnifican posibles irregularidades en la obtención de títulos. No es aceptable que los masters se regalen a los políticos, ni que los políticos hagan malas tesis doctorales o tesis plagiadas. La universidad debe defender su independencia y no buscar de forma impúdica ponerse bajo la protección de unas u otras siglas. Pero mientras estamos ocupados en estas cuestiones, las verdaderamente importantes se quedan sin abordar.