Políticos que trabajen por el bien común

En la festividad de Santiago Apóstol, patrón de España, el nuevo arzobispo de la diócesis compostelana, Francisco José Prieto, ha tenido un recuerdo muy especial para todos aquellos que sufren y ha destacado que para el cristiano hay una manera profética de estar en el mundo, opuesta por un lado al espiritualismo y, por otro, al peligro de erigirnos en árbitros o jueces del mundo. Estamos llamados a ser testigos al servicio de una vida más humanizada, entendida como don de Dios y como tarea humana, y a ser también promotores de una cultura de la vida digna del hombre y de todo hombre en particular, sin abstracción alguna.

Monseñor Prieto ha pedido poner tanto empeño en denunciar lo injusto como en promover el bien. Y ha querido, en concreto, dirigirse a los políticos, en una fecha tan señalada, cuando el presidente de la Xunta ha renovado la anual Ofrenda al Apóstol, y con las elecciones generales tan recientes, para que los “servidores públicos” dediquen sus mejores esfuerzos a servir al bien común, y para que pongan todo su empeño en construir una sociedad en paz, cimentada en la verdad, la justicia y la libertad, donde servir sea siempre un horizonte de la responsabilidad política, por encima de las legítimas diferencias. Ese es el horizonte del bien común hacia el que todo político debe sentirse llamado en conciencia. Ese es un horizonte luminoso que, en el plano esencial de los principios y los fundamentos, ayuda a mirar un momento de tanta complejidad social y política como estamos viviendo en España.