Más suicidios, ¿qué nos está pasando?

El número de suicidios en España no deja de aumentar. En 2022 se quitaron la vida 4097 personas, lo que supone un aumento del 2,3% respecto del año anterior, según los datos de un informe publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística. Las cifras son terribles, particularmente entre los adolescentes y hombres de mediana edad.

Que, en este drama, con un duelo agravado, no respondamos mayoritariamente con el mantra de la autonomía y la libertad individual, como se hace alegremente en otros casos, es un buen síntoma moral. Sin embargo, no cabe duda de que las cifras de esta otra pandemia silenciosa nos interpelan duramente y deberían llevar a preguntarnos, con total sinceridad, qué es lo que nos está pasando.

Nunca un fenómeno complejo tiene una respuesta simple. Hay que ir a la raíz del problema y atrevernos a cuestionar la propuesta de sentido que en medio de tanta frivolidad y tanto progreso falso estamos ofreciendo, especialmente a los más jóvenes. El relativismo, el utilitarismo y, en última instancia, el nihilismo y el hartazgo de vivir, no nacen de la nada ni por generación espontánea. Es la hora de pararnos a pensar, sin demagogia ni brindis al sol, hacer un diagnóstico sincero de lo que ocurre y ofrecer una propuesta realmente atractiva que apunte hacia un horizonte de verdad, de verdadera libertad y de esperanza.