Más allá de la confrontación

A dos semanas de las nuevas elecciones generales, salvo sorpresas de última hora, la cita electoral del 10 de noviembre va a arrojar un Congreso de los Diputados tan fragmentado o más que el que se formó tras las elecciones del pasado mes de abril.

La falta de cambio es especialmente significativa en el PSOE de Sánchez que previsiblemente será el partido que obtenga más diputados. La decisión de trasladar los restos de Franco en plena pre-campaña electoral quizás sea la mejor muestra de una voluntad clara de polarizar y de dividir. Ese traslado se ha producido cuando no había una mayoría de españoles que fuera partidario de cambiar de sitio la tumba y cuando eran muchos los que se oponían. Solo entre los votantes del PSOE y de Podemos, era inequívoco el respaldo al modo en que ha actuado el Gobierno.

Ciudadanos sí parece haber corregido su actitud y ahora se muestra dispuesto al pacto. Pero el cambio se ha producido más por el miedo a una debacle que por convicción. El PP también se muestra dispuesto a pactos de Estado, que ya fueron ofrecidos reiteradamente por Casado a Sánchez. El clima entre los partidos tendrá que cambiar por fuerza dentro de dos semanas. Será necesario acabar con la retórica del enfrentamiento y empezar a buscar a los otros. Es ya casi un imperativo.