Línea editorial: "Zapatero y la farsa electoral venezolana"

La complacencia del Gobierno de Sánchez con lo que hace y dice Rodríguez Zapatero en Venezuela provocar sorpresa pero también bochorno. Zapatero estuvo el pasado domingo en Caracas, supuestamente como observador independiente.

Allí dio su respaldo a la farsa electoral de Maduro y declaró que esos comicios formaban parte del “principio de un camino para que las cosas mejoren en Venezuela”. El expresidente añadió que la Unión Europea debe reflexionar sobre las sanciones impuestas a varios dirigentes chavistas y sobre su empeño en considerar el proceso electoral como fraudulento.

Más allá de los intereses que Zapatero tenga en Venezuela, lo sorprendente es el apoyo táctico del Gobierno, a través de la ministra de Asuntos Exteriores, que ha pedido “escuchar atentamente” lo que dice Zapatero.

González Laya no ha dejado claro que la ausencia de trasparencia del proceso ha sido denunciada por la comunidad internacional y que la altísima abstención en los comicios, más de un 70% de los llamados las urnas, es un indicador claro de la desafección del pueblo hacia una política autoritaria que tiene sumida a esa nación en una crisis humanitaria sin precedentes.

Todavía no se ha escuchado la voz de Zapatero denunciando las prácticas contra la democracia del gobierno chavista, detalladas por un Informe demoledor de Naciones Unidas. Zapatero lleva demasiados años trabajando para el gobierno de Maduro sin conseguir ni un solo paso hacia la ansiada democracia.