Línea Editorial: "Sumar, más de lo mismo"
Ahora, Yolanda Díaz, en medio de una división cada vez mayor de la izquierda más extrema, da un paso adelante, trata de engullir lo que queda de Podemos

"Ya la hemos visto en el papel de Vicepresidenta y no está España para más experimentos con gaseosa"
Madrid - Publicado el
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Una de las características más llamativas de los socios radicales del Gobierno de Pedro Sánchez es que, formando parte del Ejecutivo, nos han hecho creer en muchas ocasiones durante esta aciaga legislatura que el descontrol no iba con ellos para jugar a ser oposición desde el propio Gobierno Frankenstein. Ahora, Yolanda Díaz, en medio de una división cada vez mayor de la izquierda más extrema, da un paso adelante, trata de engullir lo que queda de Podemos y se presenta como una presunta alternativa a lo que ya conocemos.
La puesta de largo de este domingo en Madrid no ha traído nada nuevo. La estrategia es clara y Sumar es más de lo que ya conocemos: una suerte de comunismo blando, con unos mensajes propios de una sociedad líquida e inconsistente y una promesa mesiánica para salvarnos de un caos que, en buena parte, ellos mismos han contribuido a generar. Una quincena de fuerzas políticas, entre las que no está Podemos, han dado su sí a una Yolanda Díaz que, en sus propias palabras, quiere ser la primera Presidenta de España. Ya la hemos visto en el papel de Vicepresidenta y no está España para más experimentos con gaseosa. El mayor problema, sin embargo, vuelve a estar en Sánchez, al que las guerras intestinas entre la izquierda radical le vienen bien y no hace grandes movimientos con respecto a Sumar, porque sabe que una propuesta así podría ser buena compañera de camino, de cara a cambiarlo todo sin que en realidad nada cambiara.



