Línea Editorial: "Situación crítica en Sudán"

La situación en Sudán es cada vez más crítica. La pugna entre militares, que viene de lejos y que ha sumido al país en períodos de violencia extrema durante la segunda mitad del siglo XX y lo que llevamos del XXI, se ha recrudecido en las últimas semanas. Desde el 15 de abril, los dos generales en el poder, desde el golpe de Estado de 2021, se han enzarzado en una guerra abierta. La violencia, que se empieza a extenderse por todo el país, pero que tiene sus focos principales en Jartum y en Darfur, ha dejado ya un rastro de en torno a 500 muertos y casi 4000 heridos.

Este domingo, por segundo fin de semana consecutivo, el Papa Francisco ha alzado la voz para denunciar la situación. El propio nuncio apostólico en Sudán, monseñor Luis Miguel Muñoz Cárdaba, lleva días alertando de la crudeza de la situación, con la gente encerrada en sus casas, sin poder salir, ni ir a los mercados a comprar, porque es realmente arriesgado. Se ha producido un bloqueo total de internet, las comunicaciones son cada vez más difíciles y son muchos los países que están evacuando a todo su personal diplomático en el país.

Como ha recordado el Papa Francisco, en este momento de particular crudeza tenemos el deber de mantener vivo el recuerdo de nuestros hermanos del Sudán, debemos hablar de lo que allí sucede para que no caigan en la tiranía del olvido que tantas veces imponen los medios de comunicación; debemos rezar por ellos y debemos apelar sin descanso a los responsables directos del desastre, y también a la comunidad internacional, para que cese la violencia y se retome cuanto antes el camino del diálogo y de la concordia.